El "asesino número uno" del apartheid en Sudáfrica saldrá de prisión
"En el interés de la reconciliación nacional, he decidido poner a De Kock en libertad condicional".
El ministro sudafricano de Justicia concedió este viernes la libertad condicional a Eugene de Kock, un coronel sudafricano de la policía del apartheid, conocido como el "asesino número uno" del régimen, que estaba preso desde 1994.
"En el interés de la reconciliación nacional, he decidido poner a De Kock en libertad condicional", declaró el ministro Michael Masutha.
De Kock fue condenado en 1996 a dos cadenas perpetuas y a 212 años de cárcel por su labor al mando de una unidad antiterrorista de la policía, que reprimía a los activistas opuestos al régimen segregacionista de Sudáfrica.
El antiguo coronel reconoció más de 100 actos de asesinato, tortura y fraude ante la Comisión para la Verdad y la Reconciliación (TRC), que se estableció en 1995 para esclarecer y, en algunos casos, perdonar a quienes confesaron crímenes durante el apartheid, un régimen que duró entre 1948 y 1994.
La TRC le concedió la amnistía por muchos de sus delitos, incluidos dos atentados con bomba y 12 asesinatos de militantes antiapartheid, pero se la negó por el asesinato de cinco hombres en 1992, al considerar que las víctimas no tenían ninguna relación con la guerrilla antiapartheid y que los actos no tenían, por tanto, ninguna justificación política.
De Kock siguió, por tanto, en la cárcel. Durante su juicio, así como ante la TRC, se calificó a sí mismo como un "asesino de Estado" y dio muchos detalles sobre una multitud de atrocidades cometidas por su unidad secreta, justificando sus actos en el hecho de que cumplían órdenes políticas.
El debate sobre los crímenes del régimen del apartheid se reavivó en los últimos días en Sudáfrica, a la espera de la decisión del ministro de Justicia.
Para muchos, los asesinatos, secuestros y torturas de De Kock eran crímenes demasiado odiosos para ser perdonados.
Otros opinaban, sin embargo, que el antiguo oficial de policía era, además de un prisionero arrepentido, un chivo expiatorio para los numerosos criminales del apartheid que jamás fueron castigados.
Tenía derecho a solicitar la libertad condicional desde hace siete años, pero su segunda petición había sido rechazada en julio, en contra de la recomendación de la junta de libertad condicional.
Eugene De Kock ha sido un prisionero modelo durante su tiempo en detención, cooperando con las autoridades para encontrar los cuerpos de las víctimas y pidiendo perdón a las familias.
"Ha pagado su deuda con la sociedad, y creo que ya es hora de que Sudáfrica comience a digerir su pasado", afimó el abogado del excoronel, Julian Knight.
Las condiciones de su liberación no serán hechas públicas a demanda del interesado.
El ministro rechazó los pedidos de otros dos presos condenados por delitos similares.
Se trat de Ferdinand Bernard, condenado hace 17 años a dos cadenas perpetuas y 63 años de prisión por la muerte en 1989 del antropólogo y militante antiapartheid David Webster, así como del exdiputado conservador Clive Derby-Lewis, condenado a perpetuidad por participar en el asesinato del líder del partido comunista sudafricano Chris Hani.