Cómo es IK-3, la temida prisión en Siberia en la que murió el opositor ruso Alexei Navalny
l Servicio Penitenciario Federal ruso confirmó la noticia desde la cárcel en la que se encontraba, conocida como la colonia "Lobo Polar", en la que los presos viven en duras condiciones.
Al penal situado en el remoto distrito autónomo de Yamalia, en el Círculo Polar Ártico, se dirigieron los abogados del fallecido disidente político.
Fue trasladado allí a principios de diciembre del año pasado después de estar desaparecido para sus familiares durante dos semanas.
Reapareció en esta colonia de régimen especial, unos 1.900 kilómetros al noreste de Moscú, donde las temperaturas se acercan a -40 °C en invierno.
Muchos defensores de derechos humanos afirman que las autoridades rusas usan las condiciones climáticas como método de castigo.
Lejos de su familia y colaboradores, Navalny vio restringido su régimen de visitas, así como el acceso a cartas o correos electrónicos.
Vivía en una celda desde donde ni siquiera se puede ver el cielo.
Según el artículo 73 del Código Penal de Rusia, los condenados deben cumplir su pena en instituciones penitenciarias en la zona en la que vivían o fueron sentenciados.
Sin embargo, la legislación prevé varias excepciones a esta regla que posibilita que la mayoría de los presos sean enviados a instituciones muy alejadas.
En todas las prisiones por las que pasó, Navalny había sido enviado periódicamente a una celda de castigo, denunció su círculo.
Navalny fue llevado a celdas de castigo por supuestas violaciones de la disciplina penitenciaria, incluidas 23 veces a la llamada SHIZO (celda de aislamiento penitenciario), según registró Amnistía Internacional.
El límite legal en Rusia del período único durante el cual un preso puede ser recluido en SHIZO es de 15 días, pero el 27 de septiembre de 2023, Navalny ya había pasado 12 meses, según denunció este organismo.
Rusia tiene la tercera población carcelaria más alta del mundo después de Estados Unidos y China.
Zona inaccesible
La red de prisiones rusas es conocida por sus condiciones extremas.
Ésta en concreto está situada en una zona de Siberia bastante inaccesible, donde durante meses no llegan vuelos y solo se puede acceder por tren.
De hecho, organismos de derechos humanos registraron prácticas crueles e inhumanas durante los traslados de prisioneros de una unidad a otra, que pueden llegar a durar semanas sin que se proporcione información a los familiares del prisionero.
En conversación con BBC Mundo, Konstantin Kotov, un exprisionero del anterior complejo penal en el que estuvo Navalny, aseguró que existe un régimen muy estricto, en el que las autoridades de la cárcel tienen un control total sobre todos los aspectos de la vida del convicto.
Las colonias de régimen especial son instituciones con las condiciones de detención más severas.
Según el Código Penal de Rusia, allí se envía a los condenados a cadena perpetua o a "reincidencia de delitos especialmente peligrosos".
En febrero de 2022, Navalny se enfrentó a su última condena por el supuesto robo de US$4,7 millones de donaciones otorgadas a sus organizaciones políticas, cargos que él siempre negó.
En agosto del año pasado, su castigo fue extendido a 19 años tras ser hallado culpable de crear y financiar una organización extremista.
Heredera de los gulags soviéticos
Las colonias penales son descendientes de los gulags de la era soviética, los famosos campos de trabajo de la era de Stalin donde miles de rusos perdieron la vida entre 1930 y 1950.
En aquel entonces hasta 170 prisioneros eran recluidos estrechamente en cada celda. Se estima que 20 millones de personas murieron durante el reino del terror de Stalin.
Los activistas de derechos humanos dicen que la prisión alberga a asesinos en serie, violadores y pedófilos.
Navalny, que compareció recientemente ante el tribunal a través de video, dijo que estaba satisfecho con las condiciones en la colonia. "Estoy mejor aquí que en el IK-6”, comparó con la anterior prisión.
En ese último video se lo veía demacrado con la cabeza afeitada y un uniforme de prisión que le quedaba holgado.
Fundada en 1961, la colonia penal IK-3 se construyó en el lugar del antiguo Gulag 501.
La práctica de enviar prisioneros a zonas recónditas del país ha dado lugar a una cultura penal particular en Rusia que combina el encarcelamiento y el exilio, según denuncian organismos de derechos humanos.