Tormentas eléctricas desatan nuevos incendios en Grecia
Grecia enfrenta una situación crítica debido a un frente tormentoso que desencadenó 44 incendios forestales en el norte y oeste del país en las últimas horas, al menos diez de ellos provocados por la caída de rayos.
El Servicio Meteorológico Nacional (EMY) emitió un boletín de emergencia ante la alta frecuencia de rayos, granizo y la amenaza de inundaciones, mientras se espera que estas condiciones persistan hasta el miércoles.
Lea: Filipinas confirma el primer caso de Mpox en 2024
Las regiones más afectadas incluyen la península del Peloponeso, la región de Ática, que rodea Atenas, la isla de Creta, y la península de Calcídica en el norte. Las autoridades meteorológicas advierten de un deterioro del clima en el oeste, centro y norte de Grecia, con una intensa actividad de rayos que aumenta el riesgo de nuevos incendios forestales.
El ministro de Protección Civil, Vasilis Kikilias, informó que las condiciones meteorológicas complican las labores de extinción, especialmente en las zonas elevadas donde se han originado muchos de los incendios recientes.
Ante el riesgo muy alto de incendios declarado por el Ministerio de Protección Ciudadana, se recomendó a la población tomar precauciones adicionales, como refugiarse en edificios, estacionar vehículos lejos de árboles y desconectar los aparatos electrónicos en el hogar.
El impacto de este frente tormentoso llega justo después de que Grecia sufriera su peor incendio forestal del año, que devastó cerca de 10 000 hectáreas en las afueras de Atenas la semana pasada, obligando a evacuar a 50 000 personas.
Las autoridades griegas continúan trabajando sin descanso para contener los incendios activos y prevenir nuevos brotes, en un contexto de creciente preocupación por el cambio climático y su relación con el aumento de fenómenos meteorológicos extremos.
Lea: Innovadora empresa China implementa licencia pagada por infelicidad emocional
El desafío para Grecia en los próximos días no solo será combatir las llamas actuales, sino también prepararse para un posible aumento en la actividad eléctrica que podría provocar más incendios en un país ya severamente afectado por el fuego.
La prioridad es proteger a la población y minimizar los daños, en un esfuerzo conjunto entre las autoridades y la ciudadanía para enfrentar esta amenaza climática.