La organización de Los Juegos Olímpicos de París 2024 pide perdón tras polémica representación de la Ultima Cena
Las autoridades de París han emitido disculpas por las ofensas causadas durante la inauguración de los Juegos Olímpicos, asegurando que nunca tuvieron la intención de faltar al respeto a ninguna religión. En un comunicado, aclararon que no buscaban ofender a ningún grupo religioso con la puesta en escena del espectáculo que imitaba a la Ultima Cena, el cuadro religioso.
La institución religiosa egipcia Al Azhar, principal referente del islam suní, condenó enérgicamente las escenas que consideró una falta de respeto a Cristo. Para Al Azhar, estas representaciones fueron vistas como una manera de "promover la homosexualidad y la transexualidad", un acto que calificaron de extremismo.
También le puede interesar: "Haré que se respeten" los resultados electorales en Venezuela, dice Nicolás Maduro
La inauguración de los JJOO. incluyó una reinterpretación de La Última Cena de Jesucristo, donde los apóstoles fueron sustituidos por drag-queens, una modelo trans y el cantante Philippe Katerine en una representación casi desnuda.
El evento recibió críticas de la extrema derecha y organizaciones religiosas
Esta escena fue criticada en Francia por la Iglesia Católica y figuras de la extrema derecha, mientras que la izquierda y el gobierno de Emmanuel Macron la acogieron con entusiasmo. El evento no pretendía insultar a ninguna religión, por el contrario, era una apertura a a aceptación de todas las personas.
Desde Al Azhar se emitieron fuertes declaraciones en las que se advirtió sobre el peligro de usar eventos de alcance mundial para normalizar la falta de respeto a la religión. Rechazaron cualquier intento de faltar al respeto a Jesucristo o a otros profetas.
También lea: Resultados de encuestas que declaraban a Maduro ganador de las elecciones en Venezuela son determinadas como falsas
Para los musulmanes, los profetas y mensajeros son lo mejor de la creación divina, elegidos para llevar mensajes de bondad. Cerca de dos mil millones de musulmanes creen que Jesús es el Mensajero de Dios, por lo que faltar al respeto a Jesús o a cualquier otro profeta es visto como un pecado grave.