Los 10 impuestos más extraños del mundo

Los 10 impuestos más extraños del mundo
08 abr 2014 , 10:46
Redacción

Desde EE.UU., pasando por Alemania hasta Australia poseen los tributos más peculiares que ha oído.

Los impuestos son cargas obligatorias que las personas naturales y jurídicas (empresas) deben pagar para financiar al Estado. Aunque todos los pagamos de una u otra manera, la mayoría rehúye a esta obligación.

En algunos países hasta lo impensable puede ser causa para pagar impuesto, a continuación revisa los 10 impuestos más extraños del mundo:

Quizá no sea tan caro, pero con el impuesto se nivela. En Alemania se deben pagar unos 3 dólares por kilo de café tostado y si es soluble serán 6.57 dólares, ya incluidos en el precio al público.

 

 

 Si lo del café no te sorprendió, Alemania tiene otro más y es que las trabajadoras sexuales deben pagar al gobierno 8.25 dólares por turno para no ser arrestadas.

 

 

Los habitantes del estado de Maine (EE.UU.) tienen que pagar 1.5 centavos por cada libra de arándanos.

 

 

¿Cuántas tienes en tu casa? Si vivieras en el Reino Unido, serías acreedor de una deuda con el Estado algo grande. Si tuvieras un televisor serían 241,67 dólares.

 

 

Ilegales, pero aún tienes que pagar legalmente impuestos en Tennessee, EE.UU., ¿de cuánto?

Por marihuana, 3.5 dólares por gramo; por cocaína, 50.0 dólares por gramo; y por metanfetamina, 250 dólares por gramo.

 

 

Los distribuidores de películas deben estar dispuestos a pagar si quieren meter una película extranjera a Indonesia y es que por cada minuto de cada copia reproducida deben retribuir 2.5 dólares al gobierno.

 

 

 Ojalá fuera broma, pero en Australia el impuesto por la emisión de dióxido de carbono es de 22.4 dólares, que se justifica como un fondo para combatir el calentamiento global.

 

 

 En Corea del Sur se permiten las cirugías plásticas aunque con su correspondiente 10% extra en el IVA si es innecesaria como malformaciones de la nariz, orejas, etc.

 

 

Suazilandia, suena a parque de diversiones, pero en este lugar los brujos y curanderos pagan 1 dólar al año para poder seguir con sus funciones.

 

 

No produce beneficio alguno al cuerpo y además genera impuestos en Hungría, aunque tampoco son muy altos pues van de 0.03 a 1.18 dólares.

 

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