Samara Rivera, viuda de alias Rasquiña, sentenciada por asociación ilícita
El juicio contra Samara Rivera, viuda de alias Rasquiña llegó a su fin después de tres años. Este miércoles 23 de octubre de 2024, la sala de lo Penal de la Corte Provincial del Guayas dio su resolución y la sentenció a cinco años de cárcel.
La Fiscalía General del Estado acusó a Samara Rivera por asociación ilícita, para gestionar la pre libertad de Jorge Luis Zambrano, quien fue el cabecilla de Los Choneros. Alias Rasquiña o JL salió de la cárcel regional Cotopaxi en junio de 2020 y en diciembre de ese año, fue asesinado en un centro comercial de Manta, en Manabí.
En dicho proceso judicial, también estuvieron implicados Héctor R. V., ex director de la Penitenciaría del Litoral de Guayaquil y Jefferson H., ex funcionario del Servicio de Atención a Privados de Libertad (SNAI). Ellos fueron sentenciados a tres años de prisión como coautores y mantuvieron conversaciones con Rivera según la lectura del juez.
Otros de los procesados eran el abogado Harrison Salcedo, que fue asesinado en 2021 en Quito. Él se conectaba a una audiencia preparatoria de juicio por ese caso cuando sicarios le dispararon. También se señaló al ex juez de Garantías Penitenciarias, Manuel Santamaría, quien falleció de covid-19 en ese mismo año.
Según los argumentos de la Fiscalía, presuntamente existieron irregularidades en la pre libertad del fallecido jefe de la organización narcocriminal. En el expediente del proceso, se detallaron supuestas llamadas que hizo su esposa Samara con abogados como Salcedo y Emilio B., además de otras personas, para gestionar la salida de Zambrano.
En la fallida audiencia de juicio del martes 21 de octubre de 2024 a las 15:00, Samara Rivera se conectó desde un celular. Pero media hora antes, su defensa ingresó un escrito pidiendo diferimiento porque estaba en la diligencia del caso Metástasis.
El paradero de Rivera es desconocido. En junio de 2024, el Tribunal Penal de Guayas pidió su búsqueda y captura para que se presentara en la audiencia de juicio en su contra. En ese mismo mes, ella presentó un escrito asegurando que salió del país porque su vida corría peligro.
¿Samara Rivera irá a la cárcel?
Pese a que un juez dictó cinco años de prisión, la ejecución de la sentencia podía aplazarse. El abogado penalista Julio César Cueva explicó que en estos casos, la defensa de la viuda de alias Rasquiña puede apelar a la decisión.
De ser así, detalló Cueva, el proceso iría a un tribunal de apelación. En caso de que la sentencia no sea favorable para Samara, podrá usar un recurso de casación, que es la última instancia jurídica. Dicho procesos podrían durar años y el delito prescribir.
El jurista indicó que dejar prescribir los delitos es común en estos casos y el tiempo aplica desde que se formularon cargos contra el acusado. Rivera fue sentenciada por asociación ilícita, un delito cuya pena máxima es de cinco años. En 2021 se le formularon cargos oficialmente, es decir, que en 2026 aproximadamente, prescribiría el caso.
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¿Cómo se habría conseguido la libertad de alias Rasquiña? Delito por el que se sentenció a Rivera
En el proceso judicial por asociación ilícita contra Samara Rivera, se detallan los seguimientos que hicieron los agentes investigadores de la Policía Nacional. También algunas llamadas que ella habría hecho a los abogados y a otras personas.
Desde 2019 hasta 2020, los uniformados siguieron los pasos de Rivera. Según la transcripción de las versiones de los policías, la viuda de JL viajó a Quito, Latacunga y Guayaquil para las gestiones. Algunos de sus traslados se hicieron en avión desde el Puerto Principal hacia la capital y posteriormente, en auto hasta la cárcel regional Cotopaxi.
Además, Rivera también llamaba a Jorge Luis, quien -entre varias conversaciones- expresaba su necesidad de salir de prisión. JL le preguntaba a Samara sobre cómo avanzaba el trámite de pre libertad, que incluía la gestión de certificados y documentos que se envían a una comisión del SNAI que analiza si el reo puede o no acceder al beneficio.
En las conversaciones transcritas en el expediente judicial, se indica que supuestamente Samara, también identificada con el alias Señora, se contactó una mujer llamada Verónica. En dicha conversación, se nombró a Jefferson H., quien era el encargado de hacer los expedientes de los presos.
Para poder acceder a la pre libertad, alias Rasquiña fue cambiado de pabellones en el reclusorio. Pasó de máxima a mediana y posteriormente a mínima. Ese era uno de los documentos necesarios para el trámite.
La audiencia de garantías penitenciarías para permitir la salida de Zambrano se difirió en varias ocasiones. Él esperaba salir en abril, luego mayo y finalmente sucedió en junio de 2020. Algunas de las gestiones y el papeleo se complicó precisamente por las restricciones a causa de la pandemia.
Los supuestos nexos entre Samara Rivera y el ex director de la Penitenciaría del Litoral
Héctor R. V., durante su defensa en el caso, dijo que desconocía y que no ayudó en el tema de la pre libertad de alias Rasquiña. Él indicó que supuestamente los únicos contactos telefónicos con Samara fueron para una donación de mascarillas y trajes de bioseguridad para la cárcel.
Una transacción que señaló, nunca se realizó. La segunda conversación habría sido porque Samara le preguntó si conocía como avanzaba el proceso su esposo. Él dijo que contestó que no le competía porque Jorge Luis Zambrano estaba recluido en Cotopaxi y no en la Penitenciaría.
Pero Samara también habría abogado por otro reo. Según el expediente, ella supuestamente le pidió al ex director carcelario que atendiera la solicitud de salud de uno de los presos identificado como Antonio Benjamín Camacho, alias Ben 10, catalogado por las autoridades como cabecilla de la organización narcocriminal Chone Killers, que en ese entonces, era el brazo armado de Los Choneros.
Esas llamadas fueron en 2020. Héctor R., comentó que se logró conseguir la atención médica de Camacho, que finalmente fue operado en abril de ese año por un cálculo en la vesícula.
Los viajes de Samara Rivera y las visitas a alias Rasquiña en la cárcel Cotopaxi
La Policía le siguió los pasos a la viuda de Jorge Luis Zambrano aproximadamente por un año. El expediente judicial detalla que Samara viajaba desde Manta hacia Guayaquil para mantener reuniones en hoteles cinco estrellas.
Los traslados entre las ciudades costeras se habrían hecho en carros de alta gama. Samara, de 44 años, también recorrió un centro comercial y realizó compras con sus hijos en Guayaquil antes de retornar a su ciudad natal en la provincia de Manabí.
La viuda de alias Rasquiña además de compras, viajaba a Guayaquil para tomar aviones hacia Quito. En la capital iba a restaurantes y tomaba un carro para ir a Latacunga a visitar a JL en la cárcel regional.
Las visitas Samara a Jorge Luis duraban entre dos a tres horas. En una ocasión, entró a la cárcel dos veces. En la mañana y salió cerca del medio día para ir a un centro comercial a comprar y luego regresó de tarde a la prisión.
Los supuestos negocios que quería emprender Samara Rivera
Samara Rivera mantenía llamadas con otras personas además de los abogados que tramitaban la pre libertad de alias Rasquiña. Entre las conversaciones que cotejaron los investigadores, hubo una que supuestamente tuvo alias La Señora en marzo de 2020.
Ella presuntamente llamó a alguien identificado como Andresito. Le habría preguntado si estaba interesado en comprar oro. El hombre contestó que no había vuelto a hablar con una persona porque le dio miedo. Samara supuestamente le ofreció 450 kilos de oro en barra. Él quedó en consultar.
Samara también habría mantenido conversaciones sobre ventas de cajas de balas. En marzo de 2020 alguien la llamó y le preguntó cuánto costaba. Ella indicó que no ofertaba cajas de municiones y la que tenía se la regalaron. En esa misma conversación, mencionó a alguien que le habría vendido casi 70 cajas por USD 45.
En el Servicio de Rentas Internas, aún mantiene su RUC activo. Esto por actividades relacionadas al alquiler de bienes. En la Superintendencia de Compañías, también registra una activa. En caso de ser sentenciada culpable por asociación ilícita, podría enfrentar una pena privativa de tres a cinco años.
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