Uso de explosivos y coches bomba, escalada del crimen organizado en Ecuador

Cada vez son más frecuentes los casos relacionados al uso de explosivos en Ecuador.

De hecho, el director general de investigaciones de la Policía, Alain Luna, en una rueda de prensa, convocada el pasado 22 de mayo de 2022, reconoció un aumento de amenazas y atentados, en las últimas semanas utilizando este tipo de material.

Para analistas en seguridad, el uso de explosivos y coches bomba significan una escalada del crimen organizado en Ecuador. En concreto, Mario Pazmiño, coronel retirado y analista en temas de seguridad, explica que se debe a una mutación de megabandas a microcarteles en Ecuador (en este reportaje abordamos el tema). "Buscan demostrar una presencia mayor en el territorio y someter a la población en esa zona", describe.

Fredy Rivera, sociólogo y analista de seguridad, concuerda con la tesis y señala que Ecuador está entrando a otra fase y "expresa el incremento del crimen organizado en el país".

Un escenario que también se vivió en Colombia en los años 80 por la producción de la cocaína, recuerda Pazmiño y añade que fue entonces cuando surgieron carteles, como: el del Valle, el de Medellín, el de Cali, el de Pablo Escobar. "Empezaron a controlar territorialmente zonas que después para la fuerza pública fue sumamente difícil de reducir", explica Pazmiño.

Rivera discrepa y dice que estas acciones de terrorismo no nos asemejan al vecino país de esa época, a su juicio, "estamos en un punto medio entre lo que sucede en México, donde el crimen organizado es parte del Estado y en Brasil, donde las bandas tienen controlado los barrios". Mientras que, en Colombia, subraya, las bandas criminales dominan grandes extensiones de su territorio, lo que no pasa en Ecuador.

Por otro lado, Carolina Andrade, analista de seguridad, subraya que el narcotráfico "no es un nuevo enemigo" como dijo el Primer Mandatario, detalla que Colombia hasta 2017 ya había aumentado por tres la producción de cocaína "toda esa economía criminal pasa por el Ecuador y alimenta el ingreso de armas".

Así, tanto en Guayas como en Esmeraldas se han registrado eventos con el uso de explosivos, pese al estado de excepción vigente. Uno de ellos sucedió en ​​​​​​el Complejo Albán Borja, de Guayaquil, donde explosivos fueron encontrados en el estacionamiento frente a la unidad judicial. Ese mismo día, se debía revisar el recurso de habeas corpus presentado por Junior Roldán Paredes, uno de los principales cabecillas de los Choneros.

En ese sentido, Pazmiño precisa que son prácticas usadas para enviar un mensaje y no necesariamente tienen una intención de causar daño a la población, "eso genera un rechazo y pone en una posición débil a los cárteles".

Mientras que, en Esmeraldas, de acuerdo a Andrade, los hechos son cada vez más cercanos a los centros poblados y vinculados con extorsiones o las también conocidas vacunas, "ya lo estamos viendo como prácticas permanentes".

Para frenar este tipo de amenazas o "acciones terroristas", Andrade señala que es necesario frenar el tráfico de armas, en este caso, las Fuerzas Armadas deben vigilar las fronteras con mejores controles, dice, para prevenir el ingreso de "municiones y explosivos que vienen desde Chile-Perú pasan por Ecuador para ingresar el armamento a Colombia".

Así, los coches bomba, y las amenazas en los complejos judiciales, reafirma Rivera son acontecimientos que describen una escalada de la acción del crimen que antes eran hechos aislados para Ecuador.

Por el momento, Lasso ha anunciado que 30 mil nuevos policías estarán operativos en las calles; lo que según el Primer Mandatario permitirá suplir el déficit de uniformados vigilando el espacio público.