Tercera dosis de vacuna contra el coronavirus: ¿es necesaria?
La tercera dosis contra la COVID-19 ya es una realidad en muchos países. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS), pidió una nueva moratoria hasta final de año para la administración de la dosis de refuerzo en los países de altos ingresos. ¿El fin? Poder asegurar equidad en la vacuna para países de ingresos bajos.
Así en Israel, Reino Unido, España, Uruguay, Alemania ya han aprobado la inoculación de refuerzo. En Ecuador hoy se inició la vacunación en adolescentes mayores de 12 a 15 años hasta el mes de diciembre. Sin embargo, la aplicación de una dosis adicional ya se baraja en el Gobierno. El pasado 9 de septiembre, el presidente Guillermo Lasso, también manifestó que a partir de enero de 2022 se empezará a administrar una tercera dosis de refuerzo a "todos los ecuatorianos".
En el pasado, la ministra de Salud, Ximena Garzón, también ya había indicado que una vez que culmine el plan de vacunación 9/100 se esperarían 15 días para realizar un estudio local que permita determinar los niveles de inmunoglobulina desarrollados a nivel comunitario. "Dependiendo de eso, nosotros determinaremos si es necesario la aplicación de un tercer refuerzo o no", señaló a Televistazo.
Así, faltan solo cuatro meses para que culmine el año, y algunas preguntas surgen frente a una posible tercera inoculación, entonces ¿quiénes son las personas que necesitarán el refuerzo? ¿en cuánto tiempo?¿será anual? Aquí cinco datos:
El objetivo
De acuerdo al Centro de Prevención y Control de Enfermedades (CDC), en una nueva guía emitida el 1 de septiembre, detalla para quiénes el uso de una tercera dosis será prioritario:
- La CDC recomienda el refuerzo para la población inmunodeprimida, es decir, personas que tienen reducidas sus capacidades para combatir infecciones y otras enfermedades, por ejemplo personas que hayan tenido un trasplante de órgano, tengan cáncer y estén en tratamiento con quimioterapia, padecen de VIH, entre otros.
Para Alberto Narváez, epidemiólogo e investigador, otro grupo que debe ser inoculado son las personas mayores de 70 años, pues ya llevan más de ocho meses y según Narváez, en este grupo etario a partir de los seis meses se disminuye la inmunidad. Sin embargo, destaca que es necesario hacer estudios epidemiológicos para determinar la estrategia.
¿Refuerzo anual?
Narváez, expone que aún no existen pruebas suficientes para determinar cuánto tiempo de inmunidad cubre la vacuna "es una pregunta aún no resuelta, como son todos los coronavirus de mutación grande, es probable que toque vacunarse cada año", augura. Agrega que es posible que entre enero o diciembre "sabremos cuántos tienen defensa de haber recibido dos dosis y si necesitaremos refuerzos".
Según el CDC las personas que serán elegibles para la dosis adicional deban haber cumplido ocho meses de su segunda dosis de una vacuna de ARNm (ya sea Pfizer-BioNTech o Moderna).
Transmisión
Ofertar más pruebas fue una deuda del Gobierno anterior, pero también del actual, destaca el epidemiólogo. "Una alternativa para frenar la transmisión comunitaria es ofreciendo más pruebas y el rastreo de contactos".
En Ecuador se realizan 2.500 pruebas diarias entre PCR y antígeno. Sin embargo, expone Narváez, que se deben realizar 20.000 diarias como mínimo para poder seguirle el paso a la pandemia.
Combatir la variante Delta
El COVID-19 sigue evolucionando de forma constante, por eso la tercera dosis también está enfocada en una mayor protección ante la variante Delta.
Es que de acuerdo a un estudio publicado el 21 de julio por la revista científica The New England Journal of Medicine, demuestra una disminución de efectividad sobre todo en la primera dosis. Por ejemplo: ante la variante Alfa de Reino Unido, la vacuna de Pfizer con la primera dosis tiene una cobertura del 50%, mientras que, con la variante Delta de 46%. Con la segunda dosis, la primera alcanza el 95% de eficacia y con Delta 90%, según el reporte.
Sin embargo, cabe resaltar que el umbral para que una vacuna sea efectiva, según la OMS, debe pasar el 50%. Es decir, que en ambos casos una persona inmunizada completamente estaría protegido contra la variante Delta y Alfa.