Mujeres migrantes en Ecuador, entre el acoso sexual y la explotación laboral
La carga es doble, y el camino largo para las mujeres que migran a Ecuador. Es que las vulneraciones que enfrentan son muchas, desde discriminación, falta de acceso a educación, violencia de género, hasta explotación laboral. Así lo reveló un estudio realizado por organismos internacionales, entre ellos, CARE, en conjunto con la Agencia Francesa de Desarrollo.
La violencia más recurrente
Las cifras retratan la dura realidad. Es que el 100% de las mujeres transfronterizas entrevistadas en el estudio manifestaron que han sido víctimas de acosos en la calle y violencia sexual.
De hecho, Giovanni Bassu, representante de ACNUR en Ecuador en una entrevista con Ecuavisa.com reafirmó que "el más grande riesgo para las mujeres en movilidad humana es la violencia basada en género", y agrega otra cifra: "una de cada cinco familias refugiadas de migrantes habían sobrevivido este tipo de violencia".
Empezar de cero
Otra cuesta arriba par las mujeres migrantes es la falta de documentación para integrarse y conseguir trabajo. En ese sentido, el representante de ACNUR, resalta que, "la falta de documentación puede generar graves riesgos de protección para ellas, el 73% de las personas encuestadas (otro estudio de la organización) nos informó no tener visas o pasaporte".
Además, según las cifras de CARE, en el caso de Ipiales y Pasto, alrededor del 90% de las personas venezolanas están en condiciones de irregularidad, “tenemos miedo de ir a las instituciones públicas porque nos rechazan con facilidad por no tener documentos”, menciona uno de los testimonios recogidos en el estudio.
Aquello obstaculiza el acceso a condiciones laborales dignas, y abre paso a la explotación laboral.
Ganar menos por trabajar igual
Según el estudio, los migrantes venezolanos reciben un 50% menos de salario que personas nacionales en Ecuador. En el caso de Colombia, es un 55% menos. Por su parte, las personas venezolanas que residen en Ibarra y Tulcán, dicen ganar en promedio 200 dólares mensuales, lo que equivale a la mitad del salario mínimo por un trabajo diario de 11 a 14 horas.
Acciones
Ante las vulneraciones que enfrentan las mujeres migrantes, Bassu resalta el trabajo conjunto entre organizaciones y el Estado. Asimismo, recomienda reforzar los servicios de información en la ruta migratoria, la importancia de la creación de albergues temporales, "lo que falta para acortar la brecha es dar información, entonces para que una mujer en movilidad necesita saber dónde pedir ayuda humanitaria".
Por su parte, desde CARE, proponen una moratoria migratoria o un mecanismo que facilite la regularización de ellas.
En ese sentido, el representante de ACNUR rescata que, "el Gobierno ha anunciado un plan muy ambicioso y generoso de regularizar a todas las personas refugiadas y migrantes del país, eso es un paso sumamente importante".