La Asamblea: tres meses entre escándalos y presuntos casos de corrupción
Por donde empezar. La Asamblea Nacional, se ha convertido desde hace unos años ya, en una institución con la credibilidad en terapia intensiva. Y aunque la esperanza parecía renovarse con los nuevos legisladores, lo cierto es que no ha logrado desmarcarse de la herencia que dejó la anterior; escándalos y presuntos casos de corrupción continúan siendo parte del paisaje legislativo.
Para Mauricio Alarcón, director Ejecutivo de Fundación Ciudadanía y Desarrollo, la actual asamblea "por casos de denuncias de transfuguismo, ahora hasta de corrupción, los problemas en la elección de autoridades y en la conformación de comisiones, evidenciaron que era más de lo mismo". Así existen razones para que empiece a generarse una valoración negativa, "lo que ha hecho es ratificar la poca credibilidad de la ciudadanía en sus representantes".
Por su parte, el analista político, Pedro Donoso, apunta al cumplimiento de la agenda legislativa, que como meta se impuso aprobar 65 proyectos de Ley en dos años, "es bastante difícil de cumplir, si hacemos un paralelismo con lo que se ha logrado hasta el momento, se han tramitado 11 proyectos de Ley, tres acuerdos internacionales (...)". De hecho, de los 31 proyectos calificados por el CAL, solo 18 son parte priorizada en la agenda.
Así el anhelado borrón y cuenta nueva para el legislativo, se empaña, y en sus prácticas parecen resaltar más las semejanzas que las diferencias entre aquella Asamblea que llegó a tener 2% de credibilidad.
Aquí un repaso de la Asamblea en estos 100 días:
Las rupturas
El pasado 14 de mayo ni bien estrenado el legislativo, CREO y PSC protagonizaron la primera ruptura. Luego de la sesión donde se eligieron las autoridades, los asambleístas independientes y CREO apoyaron para que Guadalupe Llori dirija la Asamblea.
Sin embargo, un momento clave que dibujó lo que sería un manejo complejo en el legislativo fue la configuración de los bloques, destaca Donoso, "nadie con una mayoría, pequeñas minorías", y agrega que a ese aspecto se sumó "la incapacidad del Gobierno de generar alianzas con su pares ideológicos y dio paso a alianzas de papel con otros actores".
En ese sentido, las fugas de asambleístas en diferentes partidos se hizo cotidiano con un “alto grado de renuncia, se han proliferado los asambleístas mal llamados independientes", añade el analista.
“Si roban, roben bien"
Otro golpe a la imagen. La asambleísta Rosa Cerda, fue criticada por sus polémicas expresiones en una convención de su movimiento Pachakutik, “si roban, roben bien, justifiquen bien, pero no se dejen ver las cosas, compañeros”. Aunque, Cerda aseguró que su intervención fue sacada de contexto; el Consejo de Administración Legislativa (CAL), el pasado 23 de agosto, la suspendió por ocho días y sin remuneración a la asambleísta.
Un juicio político con tropiezos
El Pleno de la Asamblea Nacional realizó el juicio político al excontralor del Estado subrogante, Pablo Celi, por incumplimiento de funciones, quien fue censurado por voto unánime. El proceso no estuvo libre de polémica. El presidente de la Comisión de Fiscalización, Fernando Villavicencio, al olvidarse de notificar a la presidencia de la Asamblea la ampliación de cinco días para presentar el informe sobre el juicio Celi. Ante ello, varias fuerzas políticas pidieron sanciones “incluso se habló de una actitud sospechosa del presidente de la Comisión al olvidarse de la ampliación del plazo”, destaca Donoso.
Jiménez y los asesores
Otra daga a la ya herida credibilidad es el caso de la segunda al mando del legislativo, Bella Jiménez, quien protagoniza el último escándalo. Luego de que una investigación periodística publicara que Jiménez habría recibido coimas a cambio de cargos públicos.
Sobre ella pesan tres denuncias: una del asambleísta Fernando Villavicencio, otra de Alejandro Jaramillo, jefe de bloque de la ID y la última de Victoria Desintonio de UNES.
Hoy la presidenta de la Asamblea, Guadalupe Llorí, convocó al CAL para tratarlas en su totalidad. En ese sentido, si todas cumplen y son calificadas serían unificadas para pasar a manos del Comité de Ética.
La vara baja, pero ¿superable?
Una característica de la Asamblea anterior y aunque parecía poco probable de superar es el declive de su imagen. De acuerdo a Cedatos el antiguo legislativo terminó con 7,6% de credibilidad. Según el entonces presidente César Litardo con 11%. Sin embargo, llegó a tener hasta 2% en sus peores días.
Cambio de autoridades
Así, para el politólogo Pedro Donoso, "la Asamblea es otra vez un territorio en disputa. Estos tres meses ha demostrado que por el momento hay un reacomodo de las fuerzas políticas internas que entre ellas están en guerra", dice y agrega que aquello lo que podría provocar es un futuro cambio de autoridades.
Sin embargo, el comportamiento del legislativo todavía está por medirse cuando se empiecen a debatir leyes más complejas como las aún pendientes y prometidas por Guillermo Lasso como enviar una reforma tributaria y laboral.