Estos son los cambios que busca Lasso con la reforma a la educación universitaria
El pasado 17 de agosto de 2021, a casi 100 días de mandato, el presidente Guillermo Lasso, entregó el proyecto de Ley Orgánica de Educación Superior a la Asamblea Nacional. Es que durante la época de elecciones, Lasso promocionó con ímpetu la eliminación de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt). "Nada es más importante para el futuro que rescatar nuestro Sistema Educativo Superior”, expresó el primer mandatario en su discurso de entrega del proyecto.
Por ende, instó en la velocidad con que sea tratada la propuesta. Pero la fila es larga, y se prevé que no pueda ser analizada en el resto del año, pues la Comisión de Educación tiene en cola otros 10 proyectos de reforma a la ley. Así, las 15 páginas plantean los objetivos que entre esos está fortalecer el sistema de educación técnica y reducir la reglamentación para las universidades. Aquí cinco claves:
1. La autonomía
Uno de los textos que se propone sustituir es el del artículo 17, el cual trata sobre la autonomía de las instituciones. En ese sentido, el documento expresa que el Estado reconoce a las universidades y escuelas politécnicas, "autonomía académica, administrativa, financiera y orgánica". En consecuencia, expone que reconoce y garantizará el ejercicio, de las instituciones a autodirigirse, libertad de cátedra e investigación. Asimismo, la elaboración de planes y programas de estudio.
Para Milton Luna, docente y exministro de Educación, en la época de Rafael Correa, se instaló "un modelo centralista, es decir, todo pasa por el control y mirada del Estado, pero las reformas que plantea el Gobierno se van al otro extremo", advierte.
2. Educación gratuita
La reforma subraya el concepto de gratuidad en el tercer nivel; el Estado cubrirá una carrera profesional. Entre los requisitos, los estudiantes se deben matricular en al menos 70% de todas las materias, en cuanto a responsabilidad académica, la gratuidad de la educación no se contemplará en las segundas ni terceras matrículas.
Sin embargo, sí se permitirá que el estudiante pueda cambiar una vez de carrera, siempre y cuando las materias puedan ser revalidadas, y que haya aprobado una o varias asignaturas. Por otro lado, el alumno pierde de manera definitiva la gratuidad si reprueba el 30% de las materias.
3. Proceso de admisión
Igualdad de oportunidades y libertad de elección de carrera e institución que sea del interés del estudiante, son los dos principales méritos para el ingreso al tercer nivel. Para promoverlo, el Sistema de Nivelación y Admisión, adoptará medidas de acción afirmativa que asegure la "igualdad real" en favor de los estudiantes que se encuentren en situaciones de desigualdad o vulnerabilidad.
El mecanismo de ingreso tomará en cuenta, además, la evaluación de las capacidades y competencia de los estudiantes, sus antecedentes académicos, entre otros. Sin embargo, para quienes no logren el ingreso, las instituciones podrán ofrecer cursos preparatorios relacionados con el proceso de admisión.
4. Oferta de estudios
Otro punto sería fortalecer la relación entre entidades de Bachillerato Técnico y de nivel superior para que los jóvenes se relacionen pronto con las actividades laborales. Por ello, el proyecto plantea que el Consejo de Educación Superior (CES), "expedir las resoluciones de creación y extinción de institutos superiores técnicos, tecnológicos, pedagógicos, de artes y conservatorios", recalca el proyecto.
5. Disposiciones transitorias
Si es que la reforma es aprobada, se dispondrá el cese inmediato de funciones al Consejo de Educación Superior. Y estará conformado por 15 miembros, elegidos por cinco colegios electorales:
- Cinco representantes del Ejecutivo.
- Nueve académicos.
-Un representante de los estudiantes universitarios y politécnicos (el cual participará con voz y sin voto).
Lo que preocupa
En líneas generales, el exministro de Educación, Milton Luna, destaca que la propuesta carece de atacar el problema a profundidad y una estrategia de integración, "se requieren la movilización general del mundo universitario, pero se requiere que se involucren otro actores como gobiernos locales, organizaciones empresariales y sociales, sin eso no puede haber reforma, deben asumir corresponsabilidad no habrá cambio", expresa.