El regreso a clases presenciales en Ecuador: ¿acierto o riesgo?
Luego de casi dos años de la pandemia producida por la COVID-19, los estudiantes de bachilleratos técnicos y rurales, además de alumnos de bachillerato de Galápagos volvieron a las aulas.
La decisión aprobada por el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) ha causado distintas opiniones a favor y en contra.
Es que el regreso a clases tiene dos caras, por un lado, los argumentos se fundamentan en la falta de conectividad que ha impedido a muchos alumnos acceder a la educación en línea. Mientras que, por otro lado, están los desafíos de volver, pues existen escuelas con estructuras deterioradas que no cuentan con la seguridad suficiente. Y a todo ello, se suma la sombra de la pandemia que aún está vigente.
Entonces, el regreso a clases presenciales es un ¿acierto o riesgo? Aquí dos visiones sobre el retorno:
La pandemia no ha acabado
Aunque el Ministerio de Educación ha condicionado el retorno a que cada cantón deberá alcanzar el 85 % de vacunación de la segunda dosis, tanto para alumnos entre 5 a 11 años; y de 12 a 17 años.
Para el presidente del Colegio de Médicos del Guayas, Wilson Tenorio en una entrevista con Ecuavisa.com, aún no era tiempo de volver "nosotros habíamos propuesto que el retorno a clases presenciales debería ser a partir del próximo año lectivo, esta sugerencia se debe a que antes requeríamos del 65% al 70% para alcanzar la inmunidad colectiva, hoy ante las variantes que circulan necesitamos alrededor de 85% a 90%", señala.
Sin embargo, estudios citados por Juan Enrique Quiñónez, representante a cargo de Unicef Ecuador, las escuelas no son un punto de contagio, “la evidencia científica a nivel global demuestra que las escuelas no son la principal fuente de contagio del covid-19", resalta y recuerda que, en el país los cines, los centros comerciales están abiertos “no existe justificación para mantener las escuelas cerradas”.
Otra experiencia, destaca el representante de Unicef, fue el plan piloto del retorno voluntario lanzado por el Ministerio de Educación, el pasado 2 de junio, "ellos han logrado comentar que solo 0,01% de casos relacionados con la covid-19 se ha dado en este retorno progresivo y voluntario. Esa es la mayor evidencia", subraya.
Escuelas en mal estado
Pero hay otros desafíos. Hasta el pasado 12 de noviembre, al menos 16 planteles fiscales no tenían las condiciones óptimas para el regreso de los alumnos, sobre este tema, la ministra María Brown, ha explicado que se está diseñando un plan de contingencia "en el cual los estudiantes serán reasignados a otras infraestructuras".
Sobre el retorno a clases presenciales, el presidente del Colegio de Médicos del Guayas, Wilson Tenorio, manifiesta que debe estar garantizado los servicios básicos en los planteles, "las instalaciones deben estar debidamente sanitizadas, el personal administrativo, docente y de servicio deben estar inmunizados, la provisión de agua potable para que haya el lavado de manos permanentemente, la dotación de gel y alcohol para la desinfección", enlista.
Hasta julio de 2020, Unicef realizó un diagnóstico sobre las condiciones de agua, saneamiento e higiene de 13.000 establecimientos educativos en el país, entre los datos encontrados: el 31% de instituciones educativas fiscales cuenta con los tres servicios de agua, saneamiento o higiene, el 25% los tiene, pero de forma limitada, mientras que un 44% no dispone de al menos uno de los tres servicios.
Ante ello, el representante de Unicef reconoce que es una problemática que viene incluso desde antes de la pandemia, "hay que mejorarlos para la bioseguridad de los estudiantes", pero agrega que la infraestructura educativa "nunca va a ser la óptima", por ello, dice "podemos usar de excusa la falta de infraestructura, pero se queda en eso en una excusa", pues destaca que el Banco Mundial (BM) ya ha alertado que el costo de la no asistencia a las escuelas a nivel mundial es de alrededor de 10 billones de dólares.
Por su parte, Tenorio señala que el gremio médico creará una comisión para visitar las instalaciones educativos, "para ver si brindan las garantías, el objetivo es precautelar la salud colectiva”.