Casa por cárcel o salir en libertad, privilegio de pocos en Ecuador
Desde ver sangre en las paredes, insectos y, hasta escuchar voces en la noche son algunas de las alucinaciones que el expresidente de Ecuador, Jorge Glas Espinel, quien quedó libre este domingo 10 de abril de 2022, vivió en prisión, según aseguró un doctor en la audiencia donde se le otorgó habeas corpus.
El estado de salud mental del exmandatario, de acuerdo a la comisión de médicos, "está muy afectada", debido a un "trastorno de carácter psicológico y psiquiátrico bastante severo" y que, por ello, existía un "riesgo de suicidio alto".
Pero ¿qué enfermedades padece la población carcelaria? y ¿cuál es la situación jurídica de los reos? Veamos.
ENFERMEDADES EN LA POBLACIÓN CARCELARIA
Los argumentos usados para obtener la medida de habeas corpus en el caso de Jorge Glas, coinciden con las enfermedades que atañen a gran parte de la población carcelaria. La salud mental de los reos, según el informe emitido por la Comisión de Seguridad de la Asamblea Nacional, el pasado octubre de 2021, sobre la situación de la crisis carcelaria, expone que son problemáticas frecuentes que presentan los PPL.
El entorno carcelario en Ecuador afecta a la convivencia y por ende a la salud emocional de los internos, sostiene el reporte, por eso la presencia de enfermedades como depresión y psicosis.
Pero el reporte también recoge declaraciones de la ministra de Salud Ximena Garzón, quien señaló que entre las principales enfermedades que atañe a los reos también constan la hipertensión, rinofaringitis, diabetes, gastritis, cefalea, VIH, dolores en las articulaciones, etc.
CASA POR CÁRCEL
Con respecto a la situación jurídica de los reos, según datos del documento de la Política Pública del Sistema Nacional de Rehabilitación Social, el 54% de los privados de libertad tiene sentencia, pero el 46% está en prisión sin tenerla.
Al respecto el abogado Ismael Quintana señaló a Ecuavisa.com lo difícil que es conseguir medidas sustitutivas como habeas corpus, "en los ciudadanos de a pie, la acción de habeas corpus demoran días o semanas enteras en ejecutarse".
De hecho, este 12 de abril, el excontralor Pablo Celi (65 años) dejó la cárcel 4 de Quito por arresto domiciliario, la sustitución de las medidas cautelares se dio porque es considerado adulto mayor.
Pero como Celi en los centros penitenciarios del país, según el informe de la Comisión, solo en el Centro de Rehabilitación Social Cotopaxi 1 hay 74 personas adultas mayores. De los cuales más del 50% tienen enfermedades catastróficas, es decir, malformaciones congénitas del corazón, cualquier tipo de cáncer, insuficiencia renal, necesidad de un trasplante de órganos, entre otros.
Sobre ello, Nino Cassanello quien ha defendido casos para buscar medidas sustitutivas aseguró a este medio que "las garantías jurisdiccionales tienen un trato meteórico cuando se trata de cuestiones políticas, y de otra índole", pero que en el día a día tardan los procesos.
Otras figuras públicas han tenido medidas sustitutivas por tener “condición de salud de riesgo". En febrero de 2021 Jacobo Bucaram Pulley, hijo del expresidente Abdalá Bucaram Ortiz se le concedió un recurso de habeas corpus y fue trasladado a su domicilio por tener hipertensión arterial. Una dolencia que según datos del documento de la Política Pública el 35% de la población carcelaria padece esta enfermedad.
DOCUMENTO DE HABEAS CORPUS DE JORGE GLAS