Aluvión en Quito: Desde 1988 se advertía sobre los peligros de rellenar las quebradas

Un estudio publicado hace 34 años ya exponía que el remplazo del sistema natural de drenaje de las quebradas era un riesgo.
Aluvión en Quito: ¿Se pudo evitar?
01 feb 2022 , 19:02
Gisella Rojas

Arrasó con todo a su paso. El aluvión ocurrido el 31 de enero de 2022, en una zona residencial de Quito, en La Gasca, ha dejado 25 personas fallecidas y 6 desaparecidos.

Ahora quedan varias preguntas sobre la tragedia, ¿qué la originó?, ¿ha pasado antes?, ¿podía evitarse? Veamos.

A la primera de estas interrogantes respondió el alcalde Santiago Guarderas, en una rueda de prensa, pues dijo que el fenómeno había ocurrido, "como consecuencia de una acumulación de lluvias", que iniciaron en la capital desde las 12 de la madrugada del 31 de enero. Lo que causó, explicó el alcalde, "una sobresaturación del suelo en las laderas, lo cual genera un deslizamiento de las laderas al cauce y provoca este aluvión".

En la misma línea, Othón Zevallos, secretario de la Empresa de Agua Potable de Quito, aseguró que la causa del aluvión es de "origen natural" por la magnitud de las lluvias. En la década de los 90, explicó Zevallos, se construyó el proyecto Laderas del Pichincha (formado por cerca de 30 estructuras), donde fluye el agua por los colectores debajo de la ciudad, gracias a las quebradas, recalcó, "un sinnúmero de eventos han podido ser controlados".

Sin embargo, para Ricardo Buitrón, representante de Acción Ecológica y coordinador del Cabildo Cívico de Quito, no se trata de causas naturales, "en el caso de Quito es muy difícil atribuir a la naturaleza, no es nuevo un proceso de lluvias intensas, el problema son las acciones del ser humano", afirma.

MÁS ALLÁ DE LA LLUVIA

Entonces, ¿cuáles son esas otras causas? El problema es de fondo, señala Buitrón, corresponde a "todo el manejo de la infraestructura existente en las laderas de Pichincha para contención de aluviones", dijo en una entrevista con Ecuavisa.com.

Entre las principales razones destaca: la deforestación de las laderas, el relleno de quebradas y la poca planificación en la construcción.

De hecho, un estudio titulado "Quebradas y Riesgos Naturales en Quito", realizado entre 1900 y 1988 por el investigador francés Pierre Peltre, ya hablaba sobre los riesgos naturales que podían afectar la ciudad, y la gravedad de estos fenómenos.

Es que justamente, una de las causas actuales, se evidenciaba en 1988: "los mayores problemas del sitio urbano están directamente relacionados con el remplazo del sistema natural de drenaje de las quebradas por una red de alcantarillas".

Así lo que se advertía hace 30 años atrás, persiste hasta hoy, indica Buitrón: "El estudio revelaba que ya había un problema por las lluvias y lo que NO debía hacerse era tapar las quebradas, tenían que seguir su curso".

En 2012, a través de la resolución C-350, las Quebradas del Distrito Metropolitano de Quito fueron declaradas como Patrimonio Natural, pese a ello se siguieron rellenando, un ejemplo claro es la quebrada El Tejar, sobre ella, recuerda Buitrón, en 2013, Odebrecht construyó el escalón Lumbisi, conexión de la Ruta Viva. "Es antitécnico, hay una responsabilidad institucional, pues el municipio lo permitió, las quebradas atraviesan todo el distrito", lamenta.

En un space realizado por Ecuavisa, el concejal Juan Manuel Carrión, al ser consultado sobre el tema reconoció que la declaratoria cumple un "rol simbólico", y que la problemática no se resolverán con declaratorias, pero que van abriendo camino, dijo.

OTRAS CAUSAS

Hay más. La falta de planificación también es otro mal. Según Buitrón existen proyectos inmobiliarios que se construyen cerca de las quebradas.

Pero no solamente ello, además expone, que "en el Bosque Protector de Pichincha se explota el eucalipto y muchas de estas trozas puede contribuir a tapar los colectores que existen en las quebradas".

El escenario de hoy es contrario a lo que aconsejaba en 1988, el investigador Pierre decía que la protección del bosque era una medida de contención, "hay que notar que la hierba es tan protectora frente a la erosión, si no es más, como los bosques de eucaliptos que pueblan en parte las vertientes del Pichincha". Por ello, recalcó que debía "ser emprendido en un sentido amplio de una indispensable limitación de la urbanización de las vertientes".

Así ignorar los problemas de fondo provocará que estas tragedias se vuelvan a repetir. Y no necesariamente hay que regresar a 1975 para evidenciarlo, en 2019 un aluvión en la zona de Pinal Alto, en el norte de Quito, dejó 25 casas afectadas y 11 familias evacuadas, en ese entonces, el exalcalde de la ciudad Mauricio Rodas, también atribuyó que la causa de la emergencia era "netamente natural".

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