Las carreteras de Ecuador, escenarios de matanzas
La matanza de cinco personas que viajaban en un bus interprovincial por Los Ríos y el asesinato de otras tres dentro de una furgoneta que circulaba por El Oro exponen otro escenario de la espiral de violencia que azota a Ecuador: las carreteras no son seguras y las organizaciones delictivas aprovechan la falta de controles para cometer crímenes. Varios de ellos atroces.
En la vía Babahoyo-Puebloviejo, cinco ciudadanos, entre ellos un niño, fueron acribillados el 18 de julio dentro de una unidad de la cooperativa San Cristóbal. Los asesinos dispararon contra el bus, hirieron al chofer, subieron al vehículo e inspeccionaron a los pasajeros hasta ubicar a sus objetivos. Luego huyeron.
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El 29 de julio, en cambio, dos mujeres y un hombre fueron baleados en El Guabo dentro de una furgoneta de la compañía Oroguayas. Las autoridades determinaron que una de las mujeres fue una víctima colateral.
Entre otros casos, que no dejaron fallecidos, pero permiten dimensionar la violencia con la que actúan los criminales, consta el del 29 de junio pasado en la vía El Triunfo-Bucay, en la provincia del Guayas, cuando un grupo de sujetos armados interceptó un bus interprovincial. Ellos dispararon contra la unidad, obligaron al chofer a detener su marcha y subieron al vehículo para robar las pertenencias de decenas de pasajeros. Los criminales incluso exigieron al conductor que desvíe el bus a una plantación.
La Federación Nacional de Cooperativas de Transporte Público de Pasajeros del Ecuador (Fenacotip), el organismo que agrupa a las compañías de transporte interprovincial, sostiene que hasta ahora no ha llegado a acuerdo alguno con el Gobierno Nacional con respecto a planes para reforzar los protocolos de seguridad en la carretera.
Según Abel Gómez, gerente de la Fenacotip, su organización ha entregado un proyecto a la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) y al Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) que, entre otros asuntos, busca la implementación de un sistema de monitoreo mediante GPS de las unidades que circulan en el país. Pero el plan no se cristaliza, asegura el dirigente gremial.
Adicionalmente, los transportistas y representantes del Gobierno Nacional y otras instituciones del Estado han participado en diálogos para abordar el tema de la inseguridad en las vías. El pasado 29 de julio hubo la tercera reunión de este tipo, en Samborondón. Estas sesiones sirven más para socializar los problemas, que para hallar o anunciar soluciones.
"Nos hacen perder el tiempo. Mientras tanto siguen muriendo los transportistas en las carreteras", ha enfatizado el mismo presidente de la Fenacotip, Miguel Bonilla.
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A mediados de julio la Fenacotip advirtió con paralizar sus actividades como protesta por la inseguridad en las carreteras, no obstante, la medida se suspendió y hasta finales de julio no se había convocado a ninguna movilización.
Entre las carreteras consideradas más peligrosas constan la vía San Juan-Puebloviejo y el anillo vial de Quevedo, en Los Ríos; la vía Panamericana que conecta Guayaquil con Machala; las vías Rocafuerte-Tosagua-Chone, Portoviejo-Pichincha-El Empalme y Jipijapa-Guayaquil, en Manabí.
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