La princesa Leonor fue retenida a la salida de un local en Nueva York
La aparición de la princesa Leonor llamó la suficiente atención en la pasada Semana Santa. Ahora, tomó maletas junto a su hermana Sofía para disfrutar de unas vacaciones en Nueva York. No fueron solas, además de su seguridad las acompañó Gabriel, el mediático buen amigo de la joven monarca con el que incluso se la relacionó sentimentalmente.
El corazón de la princesa Leonor ya tendría dueño, y no es parte de la monarquía europea
Él vive en Manhatan, se conocieron durante su estancia en la UWC Atlantic College, en Gales. Es conocido por la familia real e incluso coincidió con unas vacaciones de verano en la celebración 70 del cumpleaños de Paloma Rocasalano, aún así, pese a su cercanía, su lazo no es más que fraterno, así lo confirma la revista Semana.
La princesa Leonor apareció con una nueva imagen después de su escándalo en discoteca
"Leonor ni mantiene ni ha mantenido una relación sentimental con su compañero", apunta el medio.
Este viaje supone la libertad de la próxima sucesora del trono a sus 18 años, misma que vive una "etapa de exploración, deseosa de vivir experiencias y sentirse libre, y los Reyes no quieren coartar sus deseos", explican fuentes cercanas a la familia en la plataforma El Nacional. La joven de 18 años cumplirá más edad y tendrá que cumplir con aún más responsabilidades en el futuro.
En medio del viaje con sus escoltas y su cómplice más leal, su hermana, la infanta Sofía, Leonor vivió una incómoda escena que llegó a los oídos de la prensa española, quienes no tardaron en contarlo. Le podría pasar a cualquiera, de hecho nos ha sucedido en más de una ocasión, el cajero se olvidó de quitar las alarmas antirrobo de las piezas que compró, generando bulla a su salida, y la alarma de los guardias de seguridad.
La princesa Leonor fue captada en una discoteca, un periodista filtró lo que presuntamente consumía
"Todos se quedaron mirando a la joven como si hubiese robado algo. Leonor se puso colorada, no sabía dónde meterse", cuenta la prensa internacional sobre la escena vivida por la princesa, demostrando una vez más que pese a portar una corona sobre sus cabezas, son como cualquier otra persona normal.