En lágrimas, la actriz Luly Bossa confirmó la muerte de su hijo Angelo Bossa
La popular actriz de novelas colombianas, Luly Bossa, reconocida por su papel en diversas producciones colombianas, confirmó la lamentable noticia de la pérdida de su hijo, Angelo Bossa, posterior a experimentar varios altercados en su salud.
El pasado 8 de marzo la actriz conmemoró la lucha por el Día de la Muker y agregó que Angelo estaba padeciendo recaídas debido a una virosis, una infección producida por un virus que puede afectar el organismo en general, desde los ojos hasta la nariz, el oído, la garganta, el árbol respiratorio y el aparato gastrointestinal.
Apenas 1 día después la actriz se manifestó en sus redes sociales con evidente desesperación, pidió a sus seguidores en medio de lágrimas que oren por la salud de su hijo, de fondo se escuchaba a una enfermera llamando al joven. La preocupación aumentó en medio de su público, y se desató cuando se confirmó su muerte.
“Mi Angelo se me fue, yo después les cuento, pero ahora lo que necesito es ayuda porque no tenía seguro ni funeraria, ni nada de eso. Quiero darle una despedida como Dios manda. Necesito ayuda”, expresó la intérprete mientras no podía evitar las lágrimas.
“Oren por mí porque, lo necesito mucho; no supone que los hijos se vayan antes que uno”, expresó Luly.
Varios artistas de origen colombiano reaccionaron ante el inesperado fallecimiento, y al ver cómo se difundía la cuenta bancaria de Bossa, debido a que no cuenta con ingresos suficientes para la despedida de su hijo, talentos de su país natal como Maleja Restrepo, Tatiana Franko y Luisa Fernanda W, aseguraron que le darían una mano, sin dejar a un lado el apoyo emocional que necesita en estos momentos.
La madre de la actriz Itziar Castro esclarece las causas de su repentina muerte
El hijo de la actriz nació con distrofia muscular de Duchenne, una enfermedad que le diagnosticaron a sus 11 años, en una entrevista pasada con prensa colombiana expresó: “Él nació normal, a los 4 años y medio empezó a tener problemas con la marcha, porque veíamos que para levantarse del piso no lo hacía común y corriente, sino que tenía que ir haciendo escalas de las rodillas a los muslos. Pasaban los años y de pronto se caía en el colegio; a veces alguien le pasaba por el lado y lo tumbaba. Los médicos no me decían nada, hasta que a los 11 años y medio le dieron el diagnóstico”.