Mujeres bailan en lencería en redes para promover la autoconfianza
El movimiento #DontHateTheShake invita a las mujeres a sacudir su cuerpo sin temor.
Una nueva moda se está volviendo viral y, en este caso, es por un buen propósito. Bautizado (“No odies la sacudida”), este movimiento fue iniciado por Melissa Gibson, una joven de 27 años oriunda de Estados Unidos quien fue la primera en publicar en Instagram un video donde se la ve bailando en ropa interior.
El objetivo de Gibson es celebrar su propio cuerpo y ganar confianza en sí misma, inspirando a otras mujeres a aceptar su propia belleza.
Unas 100 mujeres ya se animaron a grabarse bailando y sacudiendo su cuerpo. Muchas de ellas son jóvenes con obesidad que nunca se sintieron a gusto con su cuerpo o que se están recuperando de un trastorno alimenticio, por lo que moverlo todo frente a cámara tiene para ellas un valor especial.
“Siempre disfruté bailar pero creo que muchas mujeres se sienten inseguras bailando o como que es algo que no pueden hacer porque todo se bambolea“, declaró Melissa Gibson al Daily Mail. “Esta es gente diciendo ‘esta soy yo, así es como luzco cuando me muevo’. Siempre he sido una chica robusta, odié mi cuerpo y realmente nunca lo celebré ni fui amable con él.”, agregó.
Melissa Gibson Instagram – https://instagram.com/yourstruelymelly/
Melissa Gibson Instagram – https://instagram.com/yourstruelymelly/
Otro de los casos es el de Megan Jayne, una muchacha de 22 años que se ha recuperado de la anorexia y que es famosa en Instagram por publicar imágenes de su cuerpo con celulitis y rollitos. Superada la enfermedad, Megan está orgullosa de su imagen y por esto también se sumó a la consigna de sacudirse frente a cámara.
“Es mucho más que lucir bello. Se trata de inspirar a las mujeres (y a los hombres) a dejar de estar avergonzados de sus cuerpos y quererlos por lo que nos permiten hacer – experimentar el mundo, amar a los que amamos y hablar sobre aquello en los que creemos. Muchas mujeres van por la vida tratando de ser invisibles porque creemos que nuestro valor está determinado por cómo lucimos y no creemos que podamos darle nada valioso al mundo. Eso está mal”, sentenció Gibson.