Frenética recepción de Conchita Wurst a Austria tras victoria en Eurovisión
Conchita Wurst de 26 años dedicó su triunfo a quienes creen "en un futuro sin discriminación".
Miles de personas recibieron hoy en el aeropuerto de Viena a Conchita Wurst, ganadora anoche del festival de Eurovisión en Copenhague con su canción "Rise like a Phoenix".
En medio gritos de "Conchita Conchita" los fanáticos de la "drag queen" barbuda dieron una cálida bienvenida a la joven cantante que consiguió el segundo título de Eurovisión para Austria desde 1966.
Visiblemente emocionada, la nueva diva de la canción europea levantó ante las cámaras de un centenar de periodistas el trofeo que recibió anoche y tardó varios minutos hasta poder alcanzar el coche que le iba a llevar a una rueda de prensa.
Conchita Wurst, el "alter ego" del cantante Tom Neuwirth, de 26 años, ganó el festival de Eurovisión situándose delante de Holanda y Suecia, con una canción al estilo de la película de "Jamed Bond" y con una actuación marcada por su llamativa personalidad y barba.
La cantante dedicó su triunfo a quienes creen "en un futuro sin discriminación" y advirtió de que es también un mensaje a algunos políticos, como el presidente ruso Vladimir Putin.
"Lo de ayer no fue solo un triunfo solo para mí sino para la gente que cree en un futuro que funciona sin discriminación y basado en la tolerancia y el respeto", dijo Wurst en una concurrida rueda de prensa tras su regreso a Viena.
Wurst conquistó Eurovisión con una buena voz, un tema pegadizo y una estética provocadora: una llamativa barba que contrasta con su cuidado maquillaje y sus ajustados vestidos de noche.
La artista, "alter ego" del cantante Tom Neuwirth, fue recibida en el aeropuerto de Viena por varios miles de seguidores que no cesaban de corear el "Rise like a Phoenix", la canción con la que conquistó ayer el segundo triunfo de Austria en Eurovisión, tras el logrado en 1966.
Con el trofeo en la mano y repartiendo sonrisas y saludos, Wurst fue acosada por una nube de periodistas que querían captar su triunfal regreso a Austria.
"La tolerancia no tiene fronteras. También en Rusia hay lugares donde soy muy bien bienvenida", dijo Wurst, que recordó que su actuación recibió de ese país cinco puntos, lo que muestra que "no todo el mundo en ese país tiene las mismas opiniones" sobre la homosexualidad.