'Un Café Con Meche' y Roberto Manrique desde New Jersey
Meche conversó con Roberto Manrique sobre sus inicios en la televisión, trayectoria y proyectos.
Este domingo, en un 'Café con Meche' estuvo de invitado el guapo, talentoso y muy querido por los ecuatorianos, Roberto Manrique.
Para hacer esta entrevista, Meche Cuesta viajó a New Jersey, Estados Unidos, en el sector de Union City, en donde tuvieron de fondo a la isla de Manhattan.
Con un ambiente espectacular y por supuesto, acompañados de una tasita de café, Meche conversó con Roberto Manrique, quien le contó un poco de su vida, inicios en la televisión, trayectoria y proyectos.
Somos 5 hermanos, soy el último de los 5. María Elena, Beatriz, Xavier y Gustavo, nuestros padres son Xavier y Mencha.
Mi papá es cardiólogo y mi mamá educadora. Vengo de una familia tradicional y muy hermosa, ellos me han dado lo más valioso que tengo que es mi crianza en valores.
Soy una mezcla entre el último de 5 e hijo único. Crecer así fue ser el centro de atención, muy consentido, muy engreído, pero también tenía una necesidad de ser el niño correcto y me debatía entre lo que podía hacer con pataletas y al mismo tiempo una conciencia de no hacer cosas que sabía que estaban mal.
Hoy en día siento esa necesidad de atención a la que estaba acostumbrado y ahora se vuelve un reto saber que esa fue mi infancia, pero el mundo ya no gira en torno a mi.
Eso llegó “tarde”, después de una primera carrera que era la publicidad, después de un año de tener mi propia agencia.
La televisión siempre la vi como un hobby, como un trabajo paralelo, no como una verdadera posibilidad de carrera y cuando me doy cuenta de que no estoy pleno con la publicidad, no me siento contento, decido explorar y dejar radicalmente esa profesión y unos meses después terminé tomando un taller de actuación por casualidad y me enamoré del escenario, de esa maravilla de la adrenalina que se siente al estar ahí porque se está desnudo, no tienes donde esconderte y así decidí que ese era mi camino.
Mi familia que si bien es bastante tradicional, en el término de las profesiones que siguen, también tiene una postura bastante abierta a aceptar la individualidad, aceptando los caminos de cada uno y por eso me apoyaron.
Cuando les dije que mi camino iba a ser la actuación, recuerdo que mi papá me dijo: “, comprometido a encontrar la excelencia.
Pues ahí voy. Hay días en los que me exijo mucho porque sé que la excelencia es excelencia. Creo que se trata de ponerse metas ambiciosas. Hay días en los que siento que estoy dando todos los pasos para llegar a la excelencia, hay momentos en los que me veo más duro y me digo a mismo que hay mucho más por hacer.
“Vivimos en un mundo que valora la belleza, incluso yo diría que la sobrevalora. Las puertas se abren, no solo en la actuación, sino también en cualquier profesión en el mundo, en la vida diaria, en la calle. El mundo se abre ante la belleza y es una realidad que no podemos negar, más en un medio cómo el televisivo. Lo que también es cierto es que la belleza te permite entrar, pero no siempre te garantiza que te vas a quedar dentro, porque para durar se necesitan otras cosas, talento, una dinámica o mística de trabajo, hay cosas más importantes, como el compromiso de hacer las cosas bien”.