La app que te enseña a ser poeta… o al menos intentarlo
Cualquiera puede escribir un poema, es la promesa. Y además hacerlo en 12 estilos diferent
Cualquiera puede escribir un poema, es la promesa. Y además hacerlo en 12 estilos diferentes.
Sólo hay que seguir las instrucciones y acatar las reglas. El resultado será una pieza tan propia como el autor lo desee.
Se llama Métrica Freestyle, una aplicación de internet diseñada en México para promover la lectura de poesía.
Una herramienta para corregir esos textos apresurados o repetitivos que a muchos acompañaron en algún momento de su vida.
Si los requisitos se cumplen, en poco tiempo –dependerá del esfuerzo de cada quien- el resultado es un texto con música, imágenes o video.
También, si es el caso, la posibilidad de hacerlo llegar a quien inspiró esas palabras.
Es una oferta atractiva. Y un desafío para quien honestamente reconoce que la poesía no es su mejor terreno.
Pero vale la pena probar.
El primer paso es registrarse en la plataforma a la que se accede con una búsqueda sencilla en internet.
El primer paso es registrarse en la aplicación.
Una frase con signos de admiración resalta a la derecha de la página siguiente. "¡Bienvenido poeta!".
Hay esperanzas.
En la columna de la izquierda una cascada con distintos estilos: Freestyle, Renacimiento, Romanticismo, Dadaísmo, Etnopoesía, Haiku…
Una historia y explicación sencilla acompaña a cada categoría, además de palabras comunes usadas por los poetas de la corriente en turno.
Hay también una explicación de la métrica de cada una, es decir, la forma correcta de acomodar versos, rimas y sílabas.
Todo sencillo hasta ese punto. Los problemas vienen después, justo bajo el titular "Escribe tu poema".
¿Qué se hace ahora?
El primer ensayo, una estrofa de 5 líneas en la categoría de Romanticismo, no fue por buen camino.
"¡Alerta!" advierte la aplicación.
"Un poema del movimiento romanticismo consta de dos estrofas de 4 versos octosílabo-endecasílabos (8 a 11 silabas) cada una, y debe cumplir una rima par cada dos versos", explica.
Ah. Quizá mis versos tengan mejor acomodo en otra corriente de poesía, algo más tradicional como Renacimiento.
Pero no. "El poema renacentista debe ser de 1 estrofa de 14 versos endecasílabos (11 silabas) cada uno, y debe cumplir una rima constante", subraya la aplicación.
Vaya. ¿Y si pruebo algo que no sea occidental?
Uf, tampoco. El Haiku "es un poema corto" –el mío lo es- "compuesto por una sola estrofa" –eso escribí- "con 17 sílabas en total divididas en 3 versos de 5, 7 y 5 sílabas respectivamente".
Allí estuvo la falla.
Para ese momento la tentación es probar el estilo libre, o Freestyle como lo llama la aplicación.
Una salida simple: la categoría prácticamente no tiene reglas, sólo una correcta ortografía.
El objetivo de la aplicación es promover la poesía entre los jóvenes.
El nombre Dadaísmo me llamó la atención desde el inicio. ¿Por qué no probar suerte?
¡Eureka! Pasé al siguiente nivel. Ahora sólo resta elegir una imagen para ilustrar el texto, que puede ser del menú de Métrica Freestyle o una propia.
Luego se puede elegir una melodía –aquí no hay muchas opciones- y ya está.
Una imagen de agua en movimiento y los acordes de una guitarra son el mejor complemento.
Métrica Freestyle fue creada por la agencia Matrushka con el apoyo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, así como la asociación Más Libros Mejor Futuro.
Manlio Gutiérrez, el director de la agencia, dice que la idea es promover la lectura de poesía entre los cibernautas.
Por eso la aplicación no sólo permite escribir sino que también explica la historia y detalles de las diferentes corrientes de poesía.
El objetivo son los usuarios jóvenes de internet pero desde el 4 de marzo, cuando nació, se han incorporado personas de mayor edad (como quien esto escribe).
Los textos de los participantes se pueden leer en su página electrónica de la plataforma.
"En el universo allí quiero permanecer donde las estrellas nacen el lugar de Dios en el inicio".
Al visitar el sitio resalta una pregunta: "¿Listo para convertirte en un poeta?".
Me temo que no.