5 razones por las que vale la pena ir al cine a ver Wonder Woman 1984

Esta película ya se estrenó en Ecuador. Foto: Europapress
18 dic 2020 , 03:18
Redacción

Esta película se fue aplazando a lo largo del año por el COVID-19.

Llega a los cines Wonder Woman 1984, la esperada secuela que dirige de nuevo Patty Jenkins. Gal Gadot vuelve a meterse en la piel de la Amazona de DC en un intenso filme que cuenta con un marcado mensaje de esperanza que resulta totalmente oportuno en estos tiempos de dificultad. Una película cargada de secuencias espectaculares y que merecer ser vista en pantalla grande.

 

La trama de WW84, el primero de los estrenos que en Estados Unidos, aún el principal mercado cienmatográfico, Warner lanzará simultáneamente en salas y en streaming su servicio de streaming HBO Max, se sitúa siete décadas después de la primera entrega dirigida por Patty Jenkins.

 

La historia salta de la I Guerra Mundial a plena Guerra Fría, con la princesa Diana completamente adaptada al mundo moderno y trabajando en el museo Smithsonian como historiadora y arqueóloga.

 

Mientras trata de lidiar con la muerte de su gran amor Steve Trevor (Chris Pine), entra en juego una misteriosa gema con poderes sobrenaturales, que servirá de 'macguffin' para entrelazar la historia de Wonder Woman con la de los dos grandes villanos de la cinta: la mujer leopardo Cheetah (Kristen Wiig) y el taimado y egocéntrico Maxwell Lord (Pedro Pascal).

 

Los fans de DC llevan mucho tiempo esperando para ver la nueva aventura de Wonder Woman dentro del DCEU. Y estas son las 5 grandes razones para ir a ver WW84 a los cines.

 

 

Aunque WW84 es una precuela en la línea temporal del DCEU -tiene lugar varias décadas antes de Liga de la Justicia- sigue teniendo conexión con las películas de Batman, Superman y compañía, cuya última entrega hasta ahora era Aves de Presa, estrenada en 2019. Dados los múltiples retrasos en los estrenos de 2020, el filme se siente como una vuelta a las grandes superproducciones cinematográficas, que aún marcan la diferencia de calidad con las producciones de streaming.

 

En este aspecto, tanto las secuencias de acción, como los decorados, localizaciones, el número de extras y los efectos de postproducción son dignos de ver en pantalla grande. Todo en la película de Jenkins está cuidado al mínimo detalle, desde la ambientación ochentera a la evolución de los personajes, pasando por el magnífico vestuario y la brillante actuación de Gadot y el resto de protagonistas.

 

 

El segundo punto fuerte de la película son sus dos villanos principales, interpretados por Kristen Wiig y Pedro Pascal. Lejos de los antagonistas de la primera entrega -el dios de la guerra Ares y la peligrosa Doctora Poison- Max Lord y Bárbara Minerva son dos personas normales que aspiran a más en una sociedad dictada por el ego y la avaricia. Y que harán todo lo necesario para convertirse en personas excepcionales.

 

La brillante actuación de ambos intérpretes da lugar a grandes diálogos, que incluso llegan a eclipsar las escenas de acción en las que Gadot luce con orgullo el traje clásico de Wonder Woman. Y, aun así, se mantienen a la altura de los grandes villanos del cine de superhéroes.

 

 

Porque si bien los dos antagonistas se presentan como personajes secundarios en la vida de Diana, pronto se convierten en peligrosos villanos capaces de plantar cara a la casi imbatible Amazona de DC. Esto da lugar a algunas de las secuencias de acción más impactantes protagonizadas por Wonder Woman, que rivalizan con las vistas en Batman v Superman y Liga de la Justicia.

 

Desde las grandes escenas en las que los poderes de Max Lord entran en juego, a las continuas intervenciones de Wonder Woman en atracos, disturbios y accidentes varios, pasando por los enfrentamientos entre Cheetah y Diana -con especial mención al combate final- WW84 presenta un metraje de cerca de dos horas y 30 minutos de duración, que en ningún momento baja el ritmo, haciendo de la experiencia del espectador algo tan intenso como ligero.

 

 

Una gran parte de la trama se centra en el crecimiento de Diana como superheroína, narrada a través de su relación amorosa con el piloto Steve Trevor, que en WW84 vuelve a estar interpretado por Chris Pine tras su 'aparente' muerte en la primera entrega. Sin embargo, la cinta presenta su idilio de manera ligera, y en ciertos momentos cómica.

 

El personaje de Pine cumple con la arquitrama típica de héroe fuera del tiempo, funcionando como motor de cambio de la personalidad de la protagonista, que a lo largo de la película da el salto de inexperta salvadora del mundo a la curtida superheroína que se mostró en Batman v Superman.

 

De este modo, la vida amorosa de Diana, y su viaje de autoconocimiento, se convierten en el motor de la acción, y no al contrario, haciendo el metraje mucho más dinámico y ágil. Especial mención a la secuencia de vuelo entre fuegos artificiales, digna del mismísimo Aladdin.

 

 

Por último, se encuentra el propio mensaje de la película, que se centra al igual que la trama en cómo la sociedad ha cambiado desde la primera entrega. Un mundo donde cada individuo, independientemente del lugar que ocupa en la sociedad, piensa en su propio beneficio por encima del bienestar global, y en el que no hay sitio para la esperanza.

 

En ese aspecto, Wonder Woman, y su inquebrantable fe en la bondad y la verdad, alumbra como un faro de desinteresada empatía, capaz de iluminar no sólo a sus conciudadanos, sino a todos los espectadores que decidan vivir esta experiencia cinematográfica que es WW84 en una gran pantalla, en una sala de cine.

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