Una grave denuncia de corrupción
La Liga Pro, como era de esperarse, ya abrió una investigación después de la denuncia realizada por el presidente de El Nacional, Marco Pazos, quien aseguró que le llegaron a ofrecer 40 000 dólares por cada partido que su equipo comenzase a perder.
En un comunicado emitido este martes, la patronal de los clubes de fútbol profesional de Ecuador, que agrupa a los 16 equipos de la serie A y 10 de la serie B, anunció que recibió la denuncia de Pazos el pasado 13 de mayo y que la investigación, de carácter reservado, está a cargo de la Dirección de Integridad, Prevención e Investigación.
Dicha denuncia merece ser investigada, por supuesto, pero también merece que al llegar al final, la Liga Pro revele todo lo que encontró, pues lo dicho por el presidente de El Nacional siembra serias dudas de que la corrupción en el fútbol ecuatoriano, lejos de haberse erradicado, sigue lantente.
Muchos casos ya se han escuchado y denunciado, desde aquel personaje de apellido Huacón que abiertamente ha reconocido que se presta para tramitar amaños hasta tramitadores de documentos para falsear edades y nacionalidades. Todos siguen campantes, hay denuncias, pero no hay resultados, o al menos no lo han hecho público. ¿Por qué será?
Y no ha sido todo. En el gremio arbitral, no fue hace mucho -en noviembre de 2023- que hallaron cerca de 10 000 en el camerino de los árbitros para un partido de la segunda categoría en Quevedo. Los jueces, al ver eso, llamaron a la Policía, pero ahí quedó todo.
El mismo presidente del gremio de árbitros, Luis Muentes, ha admitido en diferentes entrevistas que en 2023 se registraron casos de corrupción en árbitros y que dirigentes también fueron involucrados.
Dijo, sin dar nombres, que los árbitros fueron separados por corrupción, pero que sus identidades no se revelaron por decisión del anterior presidente de la Comisión Nacional de Arbitraje de la Federación Ecuatoriana de Fútbol "porque eso está bajo investigación de la Fiscalía".
Así es nuestro fútbol, todos hablan de corrupción, denuncian en estamentos deportivos y judiciales, pero nunca dan nombres.
Lo mismo hizo Pazos el lunes cuando hizo pública la denuncia, no dio nombres.
La guinda al pastel la puso el presidente de la Liga Pro, Miguel Ángel Loor, quien comentó que la denuncia de El Nacional no es la única en nuestro fútbol. "Son casos extremadamente delicados y no es sólo uno, hay alguno más".
"No puedo dar muchos más detalles. Es un tema que estamos trabajando a la interna. Ya tiene algunos días la denuncia y estamos intentado hacer el mejor trabajo posible junto a las autoridades", dijo Loor en respuesta a periodistas, durante un acto con un patrocinador.
La historia del fútbol ecuatoriano nos ha enseñado que, cuando se trata de estos asuntos, la cuerda se rompe por el lado más flaco: el señalado, el castigado, siempre es el deportista, nunca el corruptor. Veremos si esta vez es diferente.