La gran apuesta de Beccacece
La primera lista de convocados de Sebastián Beccacece para la selección de Ecuador es más que una simple nómina para los próximos compromisos de la Tricolor. Es un claro mensaje de que el argentino está decidido a iniciar un proceso de renovación que podría marcar el futuro del fútbol ecuatoriano.
Entre los nombres que destacan en esta convocatoria, sobresale el joven portero de Emelec, Gilmar Napa, quien con solo 21 años ha sido llamado para reemplazar a Alexander Domínguez, quien queda fuera de la lista por decisión técnica, ya que no está lesionado, suspendido ni ha perdido su puesto en Liga de Quito.
Aunque Napa no ha tenido mucho rodaje en la Liga Pro esta temporada (apenas ha jugado dos partidos), su inclusión refleja una apuesta por el talento joven, con miras a un posible recambio generacional.
Napa, que fue figura en el Orense hace dos temporadas, ahora tendrá la oportunidad de mostrar su valía a nivel internacional, aunque aún no ha logrado consolidarse en su actual equipo, Emelec, donde ha estado a la sombra de Pedro Ortiz, quien inexplicáblemente sigue marginado de la Tri.
Este debe ser uno de los casos más extraños en una convocatoria, que un arquero titular de un club, que sobresale en cada fecha, no sea llamado a su selección nacional y en su lugar citan a su suplente.
Pero bueno, el enfoque en la juventud se extiende más allá de Napa. Beccacece ha incluido a varios jugadores que recientemente han destacado en las selecciones Sub-20 y Sub-23, como Joel Ordóñez, Alan Minda, Patrickson Delgado y Nilson Angulo. Todos ellos, más Kendry Páez, son futbolistas que ya han mostrado su potencial en torneos internacionales juveniles y ahora tienen la oportunidad de consolidarse en la selección mayor.
La convocatoria de estos jóvenes talentos no es casualidad. Beccacece parece tener claro que el futuro del fútbol ecuatoriano depende de ir integrando progresivamente a las nuevas generaciones, preparando el terreno para un recambio generacional que podría ser clave para las próximas competiciones.
Este proceso, sin embargo, no será fácil ni inmediato. La experiencia y el talento de los jugadores establecidos aún son necesarios, pero la inclusión de jóvenes promesas como Kendry Páez y Alan Minda sugiere que Beccacece está dispuesto a arriesgar para construir un equipo que no solo sea competitivo hoy, sino también en el futuro.
El desafío será equilibrar la inexperiencia de los jóvenes con la presión de las eliminatorias mundialistas. Ecuador se enfrenta a dos pruebas difíciles en los próximos días, con partidos ante Brasil y Perú, y será interesante ver cómo estos jóvenes jugadores responden a la exigencia del más alto nivel internacional.