Gandolfi se va de IDV con las manos vacías
El ciclo de Javier Gandolfi al frente de Independiente del Valle (IDV) ha llegado a su fin. Tras una temporada que dejó malas sensaciones, el entrenador argentino no logró un acuerdo con la directiva del equipo vicecampeón de la Liga Pro, marcando el cierre de su etapa en el banquillo.
Aunque su gestión tuvo puntos destacados, como ganar la primera etapa y mantener al equipo competitivo hasta la final, la derrota ante Liga de Quito y la falta de un fútbol convincente sellaron su destino.
El año de Gandolfi se resume en haber quedado eliminado de la Copa Libertadores, primero, y de la Sudamericana, después. Además perdió las finales de la Copa Ecuador, ante El Nacional, y de la Liga Pro, ante Liga de Quito.
¿Es justa esta decisión o se trata de una separación apresurada?
Los números no siempre cuentan toda la historia. Con 26 victorias, 10 empates y solo 9 derrotas en 45 partidos, las cifras de Gandolfi son respetables. Sin embargo, el estilo de juego de IDV, un club acostumbrado a enamorar con su fútbol dinámico y ofensivo, fue criticado bajo su dirección.
El equipo perdió esa vistosidad característica que lo convirtió en una referencia en el continente, lo que generó dudas sobre si Gandolfi era el hombre.
Independiente del Valle no solo busca títulos; busca hacerlo con un sello distintivo. Esa falta de identidad clara en el campo terminó pesando más que los resultados.
El fin del vínculo con Gandolfi obliga ahora a la directiva negriazul a elegir con mucho cuidado a su sucesor. Javier Rabanal, actual DT de Independiente Juniors, suena como una opción natural, ya que conoce a fondo la filosofía del club y su estructura.
No obstante, darle el mando a alguien con menor experiencia podría ser un riesgo considerando la ambición de IDV de mantenerse entre los mejores de Sudamérica.
Por otro lado, la directiva debe reflexionar sobre si cambiar de técnico cada vez que se pierde un título es sostenible a largo plazo. IDV necesita un líder que no solo entienda su ADN futbolístico, sino que tenga la paciencia y el respaldo necesario para consolidar un proyecto.
¿Qué deja el ciclo de Gandolfi?
A pesar de las críticas, Gandolfi cumplió con mantener a Independiente competitivo en la escena local. Lograr la clasificación a la final es un mérito que no debe subestimarse, aunque el desenlace haya sido desfavorable.
El desafío para 2025
Con Gandolfi fuera, Independiente del Valle enfrenta un panorama incierto. La elección del próximo estratega será crucial para mantener al equipo en la élite del fútbol ecuatoriano y continental. Además, el club deberá reencontrarse con ese estilo de juego que lo convirtió en un referente.
La paciencia será un recurso tan valioso como los goles en la próxima temporada. IDV debe decidir si quiere ser un club que apueste a largo plazo o uno que sacrifique la estabilidad en busca de gloria inmediata.
La era Gandolfi termina, pero deja una lección importante: en el fútbol, no solo se trata de obtener títulos, sino de cómo se los gana o cómo se los pierde.