Triple fracaso de Barcelona en el último año de Alfaro Moreno: no hubo salto de calidad, sino un terrible adiós de Sudamericana
Barcelona no compitió. La goleada 4-0 sufrida la noche de este martes, 18 de julio, ante Estudiantes de la Plata -la peor derrota en 33 partidos de la Copa Sudamericana- no deja nada bueno para destacar en el debut de Diego López como técnico canario.
Con la llegada del uruguayo, la directiva encabezada por Carlos Alfaro Moreno pensaba dar "un salto de calidad" tras la paupérrima actuación del equipo en el primer semestre al mando de Fabián Bustos, al que algunos hinchas extrañaron esta noche. Así de fea fue la eliminación de Barcelona.
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Al lado de López estaba Segundo Alejandro Castillo, el interino que hace solo una semana condujo a Barcelona a la victoria 2-1 ante Estudiantes en Guayaquil en el duelo de ida, ventaja corta que no duró nada esta noche en La Plata.
Castillo, en la planilla de juego, apareció oficialmente como DT de Barcelona. El ecuatoriano claramente no dirigió el duelo de vuelta, pero tuvo que ir a poner la cara en la rueda de prensa posterior a la peor goleada sufrida por Barcelona en la Sudamericana.
No supimos manejar la diferencia, nos marcaron rápido y nosotros decaímos con el gol muy temprano. Estuvimos imprecisos y no encontramos nuestro juego.
López "cumple el perfil" de lo que necesita Barcelona dijo la semana pasada Alfaro Moreno cuando presentó al nuevo técnico, pero hoy no presentó esas credenciales.
Barcelona no tuvo reacción. Con López al mando, aunque los papeles digan que era Castillo, el cuadro torero cambió su esquema respecto a la ida, pero el 4-3-3 que implementó no funcionó.
López puso para este duelo a Bruno Piñatares en medio de Leonai Souza y Fernando Gaibor con la idea de contener a los argentinos en mediocampo. Tres volantes de marca pero que no marcaron nada.
Y resintió el ataque, pues por incluir a Piñatares dejó en el banco a Jonathan Bauman. Jugó con Francisco Fydriszewski como único delantero y el 'polaco' murió de abandono arriba.
El plan, claramente, era mantener el arco de Javier Burrai en cero; pero no pudo ser. A los cinco minutos Mauro Méndez desbarató la planificación con su gol tempranero y luego a los 19 anotó otra vez.
"Recibimos un gol de entrada y eso cuesta mucho, no fue un gran partido y lo terminamos pagando", reconoció Damián 'Kitu' Díaz, el capitán que hoy volvió a ser suplente y que cuando entró no cambió nada para Barcelona.
De hecho, Díaz entró en el arranque del segundo tiempo (en lugar de un Gaibor intrascendente) cuando Barcelona ya perdía 3-0 (global 4-2) y tenía la misión de conducir a los suyos a descontar. No era descabellada la meta de anotar dos goles en 45 minutos para por lo menos forzar a los penales. Pero no pudo ser.
De entrada Estudiantes amplió la ventaja a 4-0 con gol de Guido Carrillo tras un error del defensor Joshué Quiñónez, cambiado luego por Paco Rodríguez, que es el titular habitual.
"No estuvimos a la altura de lo que transmitían en ellos, no queda más que hacernos cargo porque no dimos una buena imagen", dijo con vergüenza el arquero Burrai en la conferencia de prensa.
Barcelona, no hay que olvidarlo, llegó a esta instancia de la Copa Sudamericana tras quedar eliminado de la Libertadores, fue el peor tercero de todos los grupos, pero tercero al fin y por eso tuvo derecho de jugar esta fase de la Sudamericana con Estudiantes.
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La victoria 2-1 en al ida ilusionó a los hinchas de que algo podía mejorar para este segundo semestre, pero Estudiantes en la vuelta lo superó ampliamente de principio a fin y volvió a instalar el estado de decepción en los hinchas de Barcelona, que en poco más de un mes tendrán las elecciones para elegir un nuevo presidente.
Barcelona se quedó sin participación internacional para el resto del año y ahora solo le queda pelear por el campeonato local de la LigaPro si quiere volver a un torneo de la Conmebol para el 2024.
Eso ya se verá con el pasar de las fechas de la segunda etapa, que arranca el 4 de agosto próximo. Se verá si López logra el "salto de calidad" que espera Alfaro Moreno, que luego de pasarse un año negando rotundamente que se presentaría a la reelección, ahora está pensando en quedarse cuatro años más.
Claro, habrá que ver si los socios de Barcelona que deben votar piensan igual que él o le pasan la factura por el triple fracaso de este último año de gestión: primera etapa de la LigaPro perdida, eliminado de la Libertadores y despedido con humillación de la Sudamericana.