La Juventus rescata un empate en la Champions League
Un tanto de penalti del serbio Dusan Vlahovic permitió a la Juventus de Turín arrancar un empate de Lille (1-1), que se había adelantado gracias a su máximo goleador histórico, el canadiense Jonathan David, y se dirigía a otro bombazo en Liga de Campeones.
El gol del criticado delantero serbio hizo justicia al trabajo de los de Thiago Motta, que estuvieron a punto de sucumbir ante la ley de la eficacia con la que los franceses han derribado este año al Fenervache de José Mourinho, al Real Madrid de Carlo Ancelotti y al Atlético de Madrid de Diego Simeone.
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Por momentos soñó la grada del Pierre Mauroy con sumar a la Juve a su nómina de prestigiosas víctimas, dirigidos por un soberbio Edon Zhegrova que desde la banda derecha envenenó a la defensa italiana y unas cuantas paradas meritorias del meta francés Lucas Chevalier.
Pero la insistencia juventina, conducida por el portugués Francisco Conciençao, permitió igualar el duelo, lo que deja a ambos equipos en la zona media de la tabla.
Inesperado por poco para la Juve en busca de la grandeza perdida y que solo ha perdido un partido esta temporada, y por mucho para el modesto Lille, que encadena ya nueve partidos sin conocer la derrota, buena racha para los de Bruno Genesio.
El dominio italiano era baldío, sin apenas apariciones en el área francesa cuya zaga controlaba bien la presión y regalaba terreno para mantener bien a cubierto su retaguardia, mientras el bosnio Zhegrova se dedicaba a tener en vilo a Juan Cabal por la banda derecha.
El colombiano sufría un calvario ante la buena disposición del balcánico, que consiguió romperle la cadera en el 27 e inventarse un genial centro para que el canadiense Jonathan David demostrase sus dotes de goleador en el mano a mano con Michele Di Gregorio.
No podía tener mayor premio el Lille, con un tiro a portería y apenas un tercio de la posesión se marchaba con ventaja al vestuario ante una Juve impotente, que veía como sus ocasiones naufragaban en el fuera de juego o, como la que tuvo Vlahovic en el 34, permitían lucirse a Chevalier.
Su actuación fue providencial en el arranque del segundo tiempo, cuando la Juve se lanzó en tromba, dirigida por Khephren Thuram, para detener las envestidas de un criticado Vlahovic que solo consiguió superar al meta al transformar el penalti cometido por Benjamin André sobre Conciençao a la hora de juego.
Era el premio a la insistencia de los de Motta, sobre todo su extremo portugués que canalizó buena parte del peligro juventino. El empate calmó algo a los italianos y el Lille asomó en el área rival, pero sin la misma puntería y había tenido David en el primer tiempo.