Si la violencia entre hinchas sigue, la final de la Libertadores se jugaría sin público
El técnico de Boca Juniors, Jorge Almirón, y el delantero Édinson Cavani lamentaron este viernes los enfrentamientos del jueves entre hinchas del conjunto argentino y del Fluminense brasileño, que disputarán el sábado la final de la Copa Libertadores, y dijeron esperar que la situación sea controlada.
"Sentimos un poco de tristeza por lo que está pasando. Estamos en un momento para disfrutar, en un momento de alegría que no se sabe cuándo más lo podrán vivir", dijo Cavani, la principal estrella del club xeneize, en una rueda de prensa.
El delantero uruguayo manifestó su esperanza de que la situación pueda ser controlada debido a que ha escuchado noticias sobre la posibilidad de que, si la situación se agrava, el partido tendrá que ser disputado a puertas cerradas y sin público.
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"Por eso lo que queremos es que eso no pase más, que se calme todo y que se viva una fiesta mañana sin importar el resultado", afirmó Cavani en una rueda de prensa.
El entrenador de Boca afirmó que está preocupado porque aún faltan varias horas para el partido y porque hay mucha más gente de Boca Juniors llegando a Río de Janeiro, por lo que dijo esperar que "ojalá se pueda controlar, que eso no pase más y que no pase a mayores".
Almirón admitió que la preocupación de los jugadores obedece en parte a que las familias de los integrantes de Boca Juniors también son esperadas en Río de Janeiro para la final.
"Lo que pasó nos genera dolor, tristeza y preocupación", afirmó el entrenador en la rueda de prensa que concedió en el estadio Maracaná de Río de Janeiro en vísperas de la final.
Del mismo modo, opinó que la mayoría de los hinchas no apoyan la violencia.
"Los hinchas que vienen de Argentina solo quieren representar al club y apoyarnos, especialmente porque es un club que representa muchas cosas. Y sé que ese no es el sentimiento de toda la gente", dijo.
Los principales incidentes se registraron en la tarde del jueves cuando un numeroso grupo de miembros de una barra brava de Fluminense emboscó y atacó violentamente a decenas de aficionados argentinos que vitoreaban a Boca Juniors en la playa de Copacabana, la más icónica de Río de Janeiro.
Almirón Agregó que lamenta lo ocurrido en Río de Janeiro debido a que se trata de una ciudad turística que siempre acoge bien a sus visitantes, pero indicó que tanto Boca como Fluminense tienen aficiones grandes y muy apasionadas.