Duelo de hinchadas en la previa del partido entre México y Ecuador en Glendale
Y esa pachanga contó con una mayoría de hinchas del Tri que con sus camisetas verdes, máscaras de lucha libre, sombreros de mariachis y hasta haciendo tortillas para compartir en el parqueadero del estadio, dijeron presente para apoyar a su equipo en busca del pase a los cuartos de final de la Copa América.
"Sólo nos vale ganar y eso haremos, ¡viva México!", exclamó un emocionado Antonio, oriundo de Guadalajara y que vive desde hace diez años en Phoenix (Arizona), y que este domingo llegó con su familia a apoyar a su Tri.
Antonio fue uno de los hinchas mexicanos que se sumó a la caravana oficial de fanáticos que partió desde un lugar de comida típica de su país en Glendale para llegar al estadio.
"México nos dará una alegría inmensa. El Tri no fallará. Está obligado a vencer y lo logrará; y más con el apoyo de nosotros en las tribunas", manifestó mirando al cielo Pepe, quien llegó desde Juárez.
Así, juntos y unidos, como el lema de su Tri, estuvieron desde muy temprano los mexicanos en el punto de encuentro alentando a la selección de Jaime Lozano.
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Pero los aficionados ecuatorianos no se quedaron atrás y también se enorgullecían por la Tri y a cada grito de "¡México, México, México!", ellos respondían al unísono con el "¡Ecuador, Ecuador, Ecuador!", que hacía emocionar a todos y esta batalla por parte de los aficionados quedaba en tablas.
Con sus camisetas amarillas, con sus caras pintadas y ondeando con fuerza la bandera de su país, los ecuatorianos nunca se desanimaron por estar en minoría.
"Ecuador pasará a cuartos de final, no me cabe duda. Somos menos acá pero nos haremos sentir como si estuviéramos en casa. Además, nuestro equipo juega más y es mejor que México", dijo un entusiasta Francisco que gritaba para hacerse oír, al son de las trompetas y de los cánticos de los del otro Tri que buscaban silenciarlo.
"Había que venir aquí, el equipo nos necesita. No somos muchos pero somos machos, como dicen ellos (los mexicanos) y vamos a demostrarlo afuera y dentro del campo de juego. ¡Ecuador, Ecuador!", gritó el grupo de Francisco que optimista y huyendo del calor de Glendale comenzó su aventura tricolor en el State Farm.