Enner Valencia nos devuelve la esperanza
El fútbol ecuatoriano vive de momentos decisivos, y el triunfo ante Perú por 1-0 en la octava jornada de las eliminatorias al Mundial 2026 representa mucho más que tres puntos.
Es un reencuentro con la victoria, la reconciliación de Enner Valencia con la hinchada, y un impulso necesario para la nueva era de Sebastián Beccacece como seleccionador.
Este resultado, en el contexto de la sanción impuesta por el caso Byron Castillo, coloca a Ecuador en la zona de clasificación directa, con 11 puntos, y devuelve la confianza a un equipo que sigue en plena transición.
El capitán (aunque hoy no portó la cinta) y máximo goleador histórico de la Tri, Enner Valencia, fue el protagonista indiscutible de la noche.
Su cabezazo al minuto 54 desató la alegría de los aficionados y selló un momento de redención personal. Valencia, criticado tras su fallo en la Copa América, demostró por qué sigue siendo indispensable para Ecuador.
Más allá del gol, su liderazgo en el campo es un testimonio de su compromiso con la selección, un factor que no se puede ignorar en este tipo de competiciones.
Para Enner Valencia, este gol es una reafirmación de su lugar como leyenda en la historia de la selección ecuatoriana.
El encuentro contra Perú también marcó el primer triunfo de Beccacece al frente de Ecuador. Tras la derrota en su debut ante Brasil, el entrenador argentino tenía la presión de mostrar una mejora inmediata, y lo logró.
Aunque Ecuador dominó el 80% del partido, aún queda la sensación de que el equipo está en proceso de adaptación a su estilo de juego. Pero fue bueno ver que 'defendía' el resultado (1-0) en campo del rival, no metido atrás, como hacía Félix Sánchez Bas.
La joven plantilla, con una edad promedio de 25 años, mostró solidez defensiva y capacidad para controlar el balón, pero la falta de contundencia ofensiva sigue siendo una preocupación que Beccacece deberá trabajar de cara a los próximos compromisos.
El peso de hacer goles no debería recaer únicamente en Enner.
Las eliminatorias sudamericanas son extremadamente competitivas, y cada punto cuenta, especialmente en casa, donde Ecuador ha sabido hacerse fuerte.
El próximo reto para Ecuador será en octubre, cuando enfrente a Paraguay y Uruguay, otros partidos cruciales para mantener la racha y consolidar el proyecto de Beccacece.
El equipo ecuatoriano debe seguir creciendo, ajustando sus piezas y aprovechando el talento de sus legionarios para asegurar una clasificación que parece cada vez más posible.