El PSG, contra las cuerdas
La situación del París Saint-Germain en la Champions League es cada vez más delicada. Con solo cuatro puntos en cuatro jornadas (ya se ha jugado la mitad de la fase de liga) y tras una dolorosa derrota frente al Atlético de Madrid en casa (1-2), el club francés se enfrenta a una montaña difícil de escalar para evitar una temprana eliminación.
El gol decisivo de Ángel Correa en el tiempo de descuento dejó al PSG con pocas opciones y muchas dudas de cara a su próximo enfrentamiento crucial contra el Bayern de Múnich.
Para el ecuatoriano Willian Pacho, quien fue protagonista involuntario en el empate parcial del Atlético, la presión aumenta en una temporada que se está tornando frustrante para el equipo parisino.
El PSG mostró una intensidad impresionante desde el inicio del partido, dominando en gran medida el juego y generando oportunidades claras que no lograron convertir.
Warren Zaire-Emery adelantó al PSG, pero un desafortunado rebote en Pacho permitió a Nahuel Molina igualar el marcador apenas cuatro minutos después. Este golpe rápido enfrió la moral del equipo y dio alas a un Atlético de Madrid que supo defenderse con un Jan Oblak formidable bajo los tres palos.
Para el entrenador Luis Enrique, la situación es "injusta e inexplicable", y aunque el PSG mantuvo la posesión y creó numerosas ocasiones, la falta de eficacia y la dureza defensiva del Atlético hicieron que cada ataque se esfumara sin éxito.
Esto pone en jaque al proyecto del PSG, un equipo que, pese a su talento en nombres como Dembelé, Hakimi y Barcola, no ha podido capitalizar su dominio en el marcador. La dependencia de actuaciones individuales y la falta de un plan colectivo efectivo se vuelven más evidentes en cada partido.
El panorama del PSG en la tabla de posiciones de la Champions es sombrío. Apenas ha ganado un partido, empatado otro y perdido dos. Su próxima visita al Bayern de Múnich será, sin duda, una de las pruebas más duras en el fútbol europeo, y el equipo de Luis Enrique necesitará mucho más que posesión y buenas intenciones para sacar un resultado positivo.
Este PSG, diseñado para aspirar a la gloria europea, podría quedarse fuera en la fase de liga si no logra revertir su rumbo de inmediato.
Para Willian Pacho, quien enfrenta el peso de un equipo en crisis, esta situación es tanto una oportunidad como un desafío. Si bien su participación en el rebote que terminó en el gol del empate no es más que una desafortunada jugada, su papel en la defensa será crucial si el PSG quiere tener alguna esperanza en Alemania.
Pacho deberá mostrar solidez y liderazgo en una línea defensiva que ha dejado mucho que desear en esta campaña.
En definitiva, el PSG está contra las cuerdas en la Champions. La falta de eficacia ofensiva y la fragilidad en defensa exigen una respuesta inmediata del equipo y de su entrenador.
Con el Bayern como próximo rival y el margen de error cada vez menor, la pregunta es si el PSG tiene realmente lo necesario para sobrevivir en esta competencia o sufrirá otra decepción europea.