El fútbol como cortina de humo

El Gobierno manda un proyecto de Ley urgente para implementar sociedades anónimas en el fútbol, que como el resto del país está afectado por los apagones, y eso sí es urgente resolver.
25 oct 2024 , 15:34
Marco Carrasco

Pocas horas antes de que el Gobierno no cumpliese con la promesa de reducir los apagones en Ecuador de 8 a 6 horas diarias, sino que, todo lo contrario, los aumentase a 14 horas, el presidente Daniel Noboa mandó a la Asamblea Nacional un proyecto de Ley urgente con el que se busca que los clubes deportivos puedan convertirse en Sociedades Anónimas Deportivas (SAD).

La idea de que en Ecuador existan equipos de fútbol bajo la figura de sociedades anónimas no es nueva. Pero aquí lo urgente debe ser resolver la crisis energética y no lanzar distractores para tratar de que hablemos -a oscuras- de un proyecto que no es prioritario y que, de hecho, lleva 10 años sin ver la luz.

Nos podemos remontar al 2014 cuando por entonces algunos dirigentes como Miguel Ángel Loor, Nassib Neme, Francisco Egas, Esteban Paz, entre otros, ya idealizaban la creación de la Liga Pro para que esta fuese la encargada de manejar los derechos televisivos y organizar el torneo de primera división.

Hace 10 años, los dirigentes decían que esa implementación ayudaría a que los clubes se manejen como verdaderas empresas y entonces elaboraron un proyecto de reforma legal; pero no pasó nada.

En 2019, hace cinco años, Miguel Ángel Loor, ya como presidente de la Liga Pro, sostenía que el cambio en la normativa vigente, siempre que los clubes decidieran convertirse en sociedades anónimas, permitiría atraer inversión extranjera al fútbol y que eso no ocurría -y aún no ocurre- "porque no hay seguridad jurídica" en el país.

Persiguiendo ese fin, en mayo de 2021 Loor y la entonces Secretaría del Deporte anunciaron que los clubes profesionales del fútbol podrían convertirse en “sociedades mercantiles” tras haberse expedido un Acuerdo Ministerial.

De la posibilidad de transformación en sociedades anónimas se resaltó que implicaba un mayor control de los clubes profesionales por parte de entes gubernamentales, como el Servicio de Rentas Internas, el Seguro Social o la Superintendencia de Compañías.

“Los clubes profesionales que opten por esta transformación a sociedades anónimas deportivas tendrán la oportunidad de acceder a una mayor capacidad de financiamiento, atrayendo inversiones nacionales o extranjeras”, dijeron en su momento la Liga Pro y la Secretaría del Deporte.

Pero lo que calificaron como “un gran paso para el deporte profesional ecuatoriano y para los clubes afiliados” no se concretó porque legalmente no era viable. En su momento, los constitucionalistas lo explicaron así: no se puede, vía reglamento de la Ley del Deporte, constituirse un nuevo tipo de sociedad mercantil en Ecuador, porque un reglamento no puede modificar una Ley.

En Ecuador hay seis especies de sociedades mercantiles, ninguna de ellas es una SAD, por eso es que se necesita el amparo legal para que, primero, sea posible la creación de esta figura y, segundo, que los clubes de fútbol, que son personas jurídicas constituidas al amparo del Código Civil, puedan transformarse en sociedades anónimas.

Cómo hemos repasado, han pasado diez años y vamos contando cuatro gobiernos con la misma idea de “transformación” del modelo de gestión de los equipos de fútbol profesional.

Ahora bien, ¿qué ganamos como país, en este momento, que la Asamblea Nacional deba tratar en 30 días una ley urgente sobre sociedades anónimas en el fútbol?

Si la idea es atraer inversión extranjera, la pregunta que cae de cajón es: ¿quién va a invertir en un país que tiene que soportar cortes de luz por 14 horas al día?

Este fin de semana se tendrá que jugar desde la mañana el campeonato nacional. Muchos no lo podrán ver ni por televisión porque no habrá energía.

¿Creen que a los anunciantes les agrada invertir y no obtener el retorno esperado porque la exposición de sus marcas se reduce ante la audiencia?

Si debido a la crisis energética se siguen perdiendo los empleos, ¿quiénes podrán asistir a los estadios?

¿Si la industria local se paraliza por falta de energía, podrá seguir sosteniendo auspicios a los clubes?

El Gobierno y la Asamblea Nacional bien harían en enfocarse en resolver lo urgente, que es la crisis energética que azota al país. No usen el fútbol como una cortina de humo para desviar la conversación de lo que realmente importa.

La implementación de las sociedades anónimas en el deporte lleva 10 años esperando y aún puede esperar. ¡Resuelvan lo urgente!

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