Detrás de Galíndez, ¿quién?
Sebastián Beccacece ha dado este viernes la lista de convocados de la selección de Ecuador, que enfrentará a Paraguay el 10 de octubre, en Quito, y visitará el día 15 a Uruguay, en Montevideo.
Entre las novedades está el regreso de Gonzalo Plata y Leonardo Campana a la Tri, pero hoy no quiero centrarme en los jugadores de campo, sino en los arqueros, porque me parece una apuesta tan arriesgada que raya en lo irresponsable.
Beccacece ha citado a Hernán Galíndez, que ataja en Huracán de Argentina y es, sin duda, el llamado a ser el arquero titular de la selección de Ecuador para esta doble fecha FIFA que se avecina en los próximos días y tras la cual esperamos seguir en puestos de clasificación al Mundial 2026. Por eso es que no se debería hacer experimentos.
El problema es que después de Galíndez no hay un acto de seriedad en la convocatoria de Beccacece y este es un tema repetido, permitido por la Federación Ecuatoriana de Fútbol, que debería llamarlo al orden para que deje de experimentar con los citados a un puesto tan importante como es el cuidado de nuestro arco.
Es irresponsable llamar a Moisés Ramírez, que cada semana nos presenta un blooper en Independiente del Valle. Intenta sacar con el pie y regala la pelota a un rival, o en lugar de sacarla la pone como un globito encima de su cabeza. Lo hemos visto soltar un balón sobre la línea de meta y ser el responsable directo de goles que recibe su equipo. Ramírez, en el nivel actual, no merece ser ni invitado, peor llevado al banco de suplentes. ¿Cuál es el mérito?
Peor aún, la “sorpresa”, de muy mal gusto, por cierto, es el llamado de Gonzalo Valle, arquero suplente de Liga de Quito, en lugar del titular del club albo, Alexander Domínguez, a quien nuevamente Beccacece ignora.
¿Ya lo jubilaron a Dida? Si es así, diganlo de frente, señores de la FEF, traten a Domínguez con respeto y denle una despedida que un histórico como él se merece.
Domíguez (37 años) aún puede dar muchas garantías en el arco de Ecuador, como lo hace con Liga de Quito, pero vamos a aceptar que no es del gusto de Beccacece, que desde que llegó lo ha borrado de las convocatorias para la Tri, y vamos a suponer que el argentino busca una renovación en ese puesto, entonces la pregunta es ¿por qué llama a arqueros suplentes?
Ya lo hizo en la doble fecha anterior, cuando llamó a Gilmar Napa, que solo tenía dos partidos disputados con Emelec en esta temporada. Lo prefirió a él antes que darle una oportunidad al titular de los azules, Pedro Ortiz, que no volverá a la selección mientras esta FEF sea manejada por los que están ahora. ¿Qué hizo Pedro para merecer el castigo de no volver a ser llamado? Otro misterio sin resolver.
Ahora no está Napa porque se lesionó en un entrenamiento de Emelec, entonces a Beccacece no se le ocurre nada mejor que llamar a Valle, que solo ha tapado 5 partidos con Liga de Quito en lo que va del año.
Parece que el puesto de tercer arquero de la selección de Ecuador estuviera reservado para cualquiera que sea suplente en su club. Esto es una clara falta de respeto a los guardametas titulares que en cada fecha en la Liga Pro dan su mejor esfuerzo esperando su oportunidad en la Tri.
Candidatos hay algunos: David Cabezas, titular de El Nacional, José Gabriel Cevallos, titular de Macará, Rolando Silva, titular de Orense, y los mismos Ortíz y Domínguez, titulares de Emelec y Liga de Quito, respectivamente.
¿Se imaginan qué pasaría si en el próximo partido de Ecuador Hernán Galíndez se lesiona o resulta expulsado? ¡En qué manos quedaríamos!
Con la lógica de Beccacece, no es atrevido pensar que Víctor Mendoza ha tenido la mala suerte de convertirse en titular en Barcelona, porque en una de esas capaz era llamado a la selección nacional. Y, asimismo, Javier Burrai -hoy suplente- tendría chance de volver a la Tri; total, el estado actual no le importa al seleccionador.
Y aquí cabe recalcar una frase que el otro día expresó Marcelo Bielsa cuando dijo que los grandes equipos se conforman no solo de 11 grandes jugadores, sino de buenas segundas y terceras opciones en cada puesto.
¿Qué se necesita para ser arquero en la selección de Ecuador? Pues ser suplente o andar muy mal en tu equipo. Vaya contraste, Beccacece. Es una lástima que este sarcasmo sea nuestra nueva realidad.