Beccacece y una propuesta audaz para la Tri
La selección de Ecuador se enfrenta a un desafío titánico este viernes cuando pise el césped para enfrentarse a Brasil en la séptima fecha de las eliminatorias sudamericanas para el Mundial de 2026.
La Tri, ahora bajo la dirección del argentino Sebastián Beccacece, se encuentra en un momento de transición y expectativa. ¿Podrá Ecuador mantener el equilibrio entre la agresividad y el protagonismo que busca Beccacece frente a una Brasil herida y ansiosa por revertir su mala campaña?
Con solo cuatro entrenamientos bajo la batuta del nuevo seleccionador, la propuesta ecuatoriana parece audaz: juego dinámico, presión alta y un enfoque ofensivo que busca incomodar a Brasil desde el primer minuto.
Beccacece, que llega con la misión de revitalizar el juego de Ecuador, no solo deberá lidiar con la inexperiencia en su nuevo cargo, sino también con la presión de enfrentarse a un rival histórico y poderosísimo como Brasil.
Ecuador tiene la ventaja de contar con una generación joven que ha acumulado valiosas experiencias bajo las órdenes de dos técnicos anteriores: Gustavo Alfaro y Félix Sánchez.
Alfaro inculcó un sistema de juego basado en la presión y las transiciones rápidas, mientras que Sánchez optó por una estrategia más conservadora, enfocada en la solidez defensiva y la circulación eficiente del balón.
Ahora Beccacece debe encontrar un punto medio que combine lo mejor de ambos estilos de juego para enfrentar a la pentacampeona del mundo.
Beccacece tiene una oportunidad única para comenzar su era al frente de la Tri con una declaración de intenciones clara: Ecuador no está aquí para ser un simple espectador, sino para ser un verdadero protagonista en las eliminatorias.
Las decisiones de Beccacece ya han generado controversia y expectación. Dejar fuera al veterano portero de Liga de Quito, Alexander Domínguez, y llamar al arquero suplente de Emelec, Gilmar Napa, son señales de que el argentino no teme tomar decisiones difíciles.
Sin embargo, estas ausencias también podrían significar riesgos, especialmente en un partido de tan alta exigencia como el que se avecina.
El reto para Beccacece no solo es táctico, sino también psicológico. Debe infundir en sus jugadores la confianza necesaria para enfrentar a un Brasil que, aunque en un mal momento, sigue siendo una potencia mundial.
Alan Franco, quien conoce bien el fútbol brasileño, ha advertido sobre la necesidad de jugar con inteligencia, reconociendo que salir a enfrentar a Brasil "así porque sí" sería un grave error.
Pero más allá de las tácticas y las decisiones, este partido es una oportunidad para que Ecuador demuestre que está listo para competir al más alto nivel bajo un nuevo liderazgo.
El equipo tiene el talento y la experiencia para desafiar a los mejores, pero ahora debe mostrar la cohesión y la agresividad necesarias para convertir esa promesa en realidad.