Argentina vs. Colombia: la favorita contra el mejor

La cautela de Argentina no es infundada. La trayectoria de Colombia hacia la final ha sido una muestra de buen fútbol, carácter y resiliencia.
11 jul 2024 , 14:04
Marco Carrasco

Las voces autorizadas del fútbol sudamericano han coincidido en entregarle a Argentina el favoritismo al título de la Copa América 2024, pero desde la Albiceleste, con Lionel Messi a la cabeza, llaman a la cautela tras la buena cara de la Colombia finalista.

Esta cautela no es infundada. La trayectoria de Colombia hacia la final no solo ha sido una prueba de habilidad futbolística, sino de carácter y resiliencia.

Un codazo de Daniel Muñoz pudo haber arruinado el sueño de Colombia de levantar la Copa América. Pero los cafeteros, que llegaron a la semifinal del miércoles descorchando el champán con un 5-0 a Panamá, demostraron contra Uruguay que también saben ganar luchando.

Este episodio reflejó un punto crucial: Colombia ya no es solo un equipo técnico, es un equipo mentalmente fuerte.

La semifinal contra Uruguay fue un test de fuego para los dirigidos por Néstor Lorenzo. Otros equipos se habrían hundido al quedarse con uno menos justo antes del descanso, pero esta selección ya no sabe perder, ni siquiera cuando uno de sus mejores jugadores hace lo inexplicable.

Este espíritu combativo es el que ha llevado a Colombia a la final, y es una lección de cómo el fútbol va más allá de las habilidades individuales.

La capacidad de Colombia para mantener la calma y capitalizar sus oportunidades ha sido clave en su camino a la final.

El lateral Muñoz se ganó la segunda amarilla tras un codazo absurdo al pecho del uruguayo Manuel Ugarte y dejó a los suyos con uno menos en el tiempo añadido de la primera parte.

Sin embargo, esta adversidad no minó el espíritu colombiano. Se quedó un largo segundo tiempo por delante frente a uno de los equipos más intensos del torneo, el Uruguay de Marcelo Bielsa, puro vértigo.

La salvación colombiana iba a depender de su concentración y resistencia, todo un examen de carácter que cumplieron de forma notable.

Los jugadores de Néstor Lorenzo superaron el reto y dejaron claro que eran mucho más que la seda del pie izquierdo de James Rodríguez, autor de su sexta asistencia el miércoles, o el talento de Luis Díaz.

Defendieron la ventaja con el cuchillo entre los dientes. Colombia mostró que tiene una profundidad en su plantel que le permite adaptarse y resistir, incluso en las circunstancias más adversas.

Esta Colombia solidaria se ganó el derecho a seguir soñando hasta el domingo. En la final de Miami espera a la Argentina de Lionel Messi, vigente campeona del torneo y del mundo. Todo un desafío.

La selección cafetera llega en su mejor momento. Acaba de superar su mejor racha de partidos sin perder, 28 consecutivos, y ha demostrado saber ganar en las buenas y en las malas.

La final contra Argentina, que solo ha recibido un gol en todo el torneo, no solo será un enfrentamiento de habilidades, sino un duelo de mentalidades.

La cautela de Messi y su equipo es comprensible. Argentina llega como favorita, pero Colombia se presenta en la final como el equipo que mejor ha jugado al fútbol y ha demostrado que es capaz de sobrevivir y prosperar bajo presión, y eso es lo que los hace verdaderos contendientes al título.

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