Elecciones Ecuador 2023: volcán Cotopaxi y crecimiento de Quito, lo que no se habla en la campaña
En cuatro días, el próximo jueves 2 de febrero, culmina la campaña de las elecciones de 2023, y son varios los temas que los candidatos a la Alcaldía de Quito han dejado pasar por alto.
A pesar de su importancia, no constan ni en su plan de trabajo ni en sus discursos en mítines políticos; por ejemplo, el riesgo de una posible erupción del volcán Cotopaxi o el crecimiento desordenado de la ciudad.
Con base en la encuesta de percepción ciudadana de 2022, de la iniciativa ‘Quito como vamos’, la inseguridad ciudadana representa el principal problema de los quiteños.
Por debajo, con más de 29 puntos porcentuales de diferencia, le sigue la mala calidad en el transporte público, y luego la limpieza y acumulación de basura.
De hecho, ninguna de las temáticas está relacionada a los riesgos a los que está expuesta la capital, tanto por situaciones naturales como por la mala planificación en las construcciones. De ahí se desprende que los candidatos no le dediquen atención a esas amenazas.
Quito, ante la amenaza volcánica
Desde octubre de 2022, el volcán Cotopaxi muestra una actividad moderada que obligó a la Secretaría de Riesgos a declarar alerta amarilla.
Los organismos encargados del monitoreo de su actividad diariamente reportan su comportamiento que incluye la emisión de gases y ceniza.
Estar en alerta amarilla significa que los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD) parroquiales, cantonales y provinciales; así como el Gobierno Nacional, deben actualizar los planes de emergencia.
Por ello, como explica el gestor de riesgos Christian Rivera, es necesario que todas las dignidades locales a ser electas tengan consciencia de las amenazas latentes a las que se pueden enfrentar.
Aclara que el Cotopaxi es solo uno de los tantos riesgos. En cuanto a volcanes hay otros que rodean la ciudad y que pueden activarse en cualquier momento.
Asimismo, el riesgo sísmico también debería preocuparles a los candidatos.
Rivera explica que Quito se asienta sobre un sistema de fallas a lo largo de 60 kilómetros, es decir "cualquier rato se puede liberar energía y producirse un terremoto de gran tamaño".
A su criterio, los candidatos realizan ofertas de campaña antitécnicas, incluso llegan a prometer la regulación de barrios asentados en zonas de peligro.
Según la ONU, por cada dólar invertido en prevención se ahorran hasta ocho en respuesta. Por lo que parte de una óptima administración de las Alcaldías incluye debatir sobre gestión de riesgos.
Los candidatos tampoco le dan importancia al crecimiento desordenado de Quito
Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), para el 2018, Quito contaba con más de 2.690.150 millones de habitantes y según proyecciones del 2020 esta cantidad llegó a los 2.781.641 millones de habitantes; es decir se trata de la ciudad más poblada del país.
La Cámara de la Industria de la Construcción de Quito dice que la 'Carita de Dios' tiene una baja densidad de habitantes por kilómetro cuadrado, y destaca la necesidad de planificar ciudades más compactas.
Sin embargo, la población se va expandiendo hacia las afueras de la ciudad por lo costoso que resulta vivir en las zonas del hipercentro.
Jaime Vásconez, de la Cámara de Arquitectos de Quito, explica que el suelo, como cualquier otro bien, cuando escasea se encarece.
Por lo tanto, los ciudadanos que no tienen capacidad de comprar o arrendar una vivienda en lugares adecuados, no tienen otra alternativa que buscar zonas inseguras o lejanas.
Quito, incluso se vuelve 'fea', esa percepción tienen decenas de ciudadanos. Vásconez dice que es un fenómeno por un proceso explosivo de crecimiento. Cuenta que muchas ciudades de América Latina tienen esos procesos de expansión. "El problema no es puramente estético, sino que alrededor de las 60% de las edificaciones no tienen permisos municipales".
Además, el ornato de aceras, parterres, parques y demás se ha descuidado; Vásconez explica que en gran medida porque la administración volcó sus recursos para atender la obra del Metro de Quito.
Los candidatos a la Alcaldía hablan escasamente de ese crecimiento desordenado; pero ninguno da respuestas concretas, en gran medida porque las acciones a tomar son antipopulares.