Un Ecuador de alivios quincenales

Daniel Noboa en un evento en España.()
18 jun 2024 , 14:54
Carlos Rojas

La sequía produce apagones porque no hay agua para poner a funcionar las hidroeléctricas. El exceso de lluvias complica el funcionamiento de las mismas y vuelven los racionamientos. La infraestructura del Estado y la administración pública no tienen mayor capacidad de reacción.

Así funciona el país, con normalidades esporádicas. Luego de varios días de desangre en las calles de alguna ciudad, las autoridades deciden aplicar una estrategia de control de la inseguridad. Bajan las muertes, vuelve la calma. Eso ha ocurrido con Manta, hasta que las unidades más importantes de la fuerza pública deben dirigirse a otro lugar, porque un nuevo ciclo de violencia ha despertado.

Van casi siete meses de gobierno del presidente Daniel Noboa: cuatro de ellos con buenas relaciones legislativas y cinco leyes emergentes aprobadas en tiempo récord y otros tres meses en un profundo desencuentro que amenaza, por lo menos hasta mayo de 2025, con socavar la poca gobernabilidad que le queda a la democracia.

Los alivios quincenales son lo único constante que tiene el Ecuador; el resto es pura incertidumbre.

Hasta la semana anterior, la firma del decreto para eliminar el subsidio a las gasolinas extra y Ecopaís estaba prácticamente confirmada. Ahora llegan nuevas dilaciones y se desconoce la fecha en la que la medida económica se hará realidad.

Golpes de efecto, anuncios, rectificaciones, silencios. Sobre la base de una estrategia de gobierno que no ha logrado asentarse en este tiempo, se desgasta la imagen de todo el Régimen que, a diferencia de lo que le ocurrió a Guillermo Lasso, su gran activo popular es la pareja presidencial Daniel y Lavinia, que sobre lo que representan y proyectan se sustentará la campaña de reelección para los comicios de febrero próximo.

Claro, el gran escollo de ese plan es saber qué hacer con la vicepresidenta Verónica Abad y lo que parece ser el inevitable reemplazo a Noboa en los 33 días de campaña durante la primera vuelta y lo que dure el proselitismo en la segunda vuelta.

Por eso, lo único constante, en este caso, ha sido el interés del Gobierno por sacarla del juego. De ignorarla, pasaron al envío a Israel, primero como promotora de la paz y luego como Embajadora del Ecuador.

También se busca un resquicio legal para que no sea necesario que Noboa tome licencia en la campaña, mientras la estrategia penal, es decir involucrarla en el caso Nene, se diluyó la semana pasada por la negativa de la Asamblea para autorizarle el juicio.

Ahora entra en escena otra hipótesis: que hay unos aportes de campaña de empresarios que supuestamente Abad mal manejó y que generaron el distanciamiento con Noboa.

Ecuador se comporta como una montaña rusa en múltiples frentes y donde el presidente Noboa, lejos de estabilizar la nave le aprieta un ritmo más frenético. ¿Cómo administrar el desgaste?