Noboa se pinta de verde para escapar de Olón
En política no hay coincidencias. Esta frase, tan trillada en el argot ecuatoriano, cobra sentido al analizar la manera en la que el Presidente de la República busca zafarse del tremendo problema en el que se metió por facilitar los permisos ambientales para la construcción de un proyecto inmobiliario privado, impulsado por su esposa, la primera dama Lavinia Valbonesi, en una zona de Olón, poniendo en riesgo su bosque protector y los manglares.
Desde las lecturas políticas más descocadas, de esas que miden el impacto en redes sociales para señalar que los problemas de la corrupción o la ética pública solo importan a los tuiteros, se dijo que las denuncias de Olón no llegan a las grandes mayorías. Y que mientras Daniel Noboa tenga la habilidad de guardar silencio hasta que los noticieros se desentiendan del problema, la luna de miel con los electores continuará como en piloto automático.
Es más, que Lavinia siga con sus ‘trends’ en Tik Tok e Instagram y que Henry Kronfle, cabeza de la primera función del Estado, la fiscalización y el control político, ponga nomás las manos al fuego por la familia presidencial. Total hay teflón para rato.
Sin embargo, en Carondelet alguien se dio cuenta de que cualquier desatino en materia ambiental puede ser visto como una grave afrenta para los sectores jóvenes del país. Es decir, ese 30% del electorado que, según Noboa, hizo posible el triunfo del “nuevo Ecuador”. Más aún, si la denuncia ambiental en Olón llega acompañada de un aparente conflicto de intereses económicos, tutelado por el Gobierno.
Urgía, entonces, un golpe de efecto. Por eso Noboa decidió crear el comité encargado de cerrar para siempre la explotación del bloque 43 del ITT para calmar al activismo ecológico que cuestionaba la sensata posición de su gobierno de buscar una moratoria, dados los apuros fiscales del Estado, exigiéndole cumplir el mandato de la consulta popular de febrero de 2023.
¿La crisis política de Olón se subsanó con la decisión inmediata de cerrar un campo petrolero que genera 1.200 millones de dólares anuales, cuando hay sectores que anticipan la inviabilidad técnica y financiera de este procedimiento?
Así lo deja entrever, incluso, el video que Noboa ancló en sus redes recordando su posición pro Yasuní de la primera vuelta electoral, bajo la idea de que él sí cumple sus promesas.
Y como si esto no fuera suficiente, el ministro de Energía (e), Roberto Luque, también señalado en las denuncias de Olón, dijo que se revisará el subsidio a las tarifas eléctricas a las empresas mineras. De esta manera, se cumple otro pedido del ambientalismo que, días atrás, cuestionó seriamente a la Primera Dama, por haber aceptado las donaciones de una compañía de este sector, para un programa de capacitación en violencia de género.
Noboa cierra esta semana complicada con un viaje oficial a Europa de 11 días y vistiendo a su gobierno de verde esperanza.