¿Noboa protegerá a Wilman Terán?
Esa puede ser una primera inferencia a la que el país puede llegar tras ratificarse el acuerdo parlamentario entre el correísmo, el PSC y el bloque gobiernista de ADN.
Varios elementos sostienen esta tesis:
1.- El presidente electo Daniel Noboa, sus operadores políticos y el siempre escurridizo PSC han posicionado la idea de que la gobernabilidad en el país -sana por cierto- depende de una agenda propositiva en leyes económicas y de seguridad que saque a los ecuatorianos de la postración. Y como el país, no está para perder el tiempo, se entiende que la fiscalización no es una urgencia. Por eso, el flamante mandatario, así como el futuro presidente de la Asamblea, Henry Kronfle, han insistido en que no darán los votos para un eventual juicio político y destitución a la fiscal Diana Salazar.
2.- La Revolución Ciudadana insiste en que su derecho es impulsar ese proceso político y por eso el expresidente Rafael Correa ha muchacheado a Kronfle y a Valentina Centeno, sus aliados en el parlamento. En cambio, Correa está muy cómodo con el actual Consejo de la Judicatura, encabezado por dos personajes que juegan a su favor: el titular Wilman Terán y el vocal Xavier Muñoz. Por lo tanto, no habrá forma de que la Asamblea evalué su cuestionable papel en el concurso de selección de los nuevos jueces, varios de los cuales podrían revisar las causas contra el correísmo. Recordemos que Mireya Pazmiño, la exlegisladora de Pachakutik y muy afín a la bancada correísta de la Asamblea cesada, es parte de ese proceso de selección.
No faltará quien señale, al leer este análisis, que si Noboa decidió poner una bandera roja para salvar a la Fiscal, se debería proceder de la misma manera con Terán, en una suerte de concordia nacional.
El problema es que entre estos dos personajes hay una distancia kilométrica: Salazar se ha ganado el reconocimiento ciudadano por su papel firme en la lucha contra la impunidad. Terán no... y hasta su principal aliado, el vocal Muñoz, perdió la visa a EE.UU.
En un país de tan pocas certezas y manoseo institucional como Ecuador, el único barómetro válido para palpar la corrupción de funcionarios, políticos y periodistas es que los gringos les cancelen las visas.
3.- Hace pocas horas, Noboa dijo que él sabrá cuándo habla y opina de un tema. Que nadie le pondrá la agenda y que así será su conducción política. Está bien que en esas formalidades busque sentar las bases de su liderazgo. Sin embargo, ese voluntarismo corre el riesgo de volverse cómplice de una agenda con muchos intereses y muy poco clara sobre lo que le conviene a las instituciones. Y mal hace Noboa en soslayar la ineludible comparación entre Diana Salazar y Wilman Terán, para saber de qué lado en realidad pelea. El Presidente de la República es el primer servidor del Estado y de los ciudadanos.