Noboa: hablar sobre lo importante
Puede resultar un tema reiterativo y hasta cansón para quienes siguen a diario este newsletter. Pero no se pueden soslayar los desaciertos de la política de comunicación del gobierno del presidente Daniel Noboa. Sobre todo, cuando se trata de mensajes vitales sobre las cuestiones de Estado y de nuestra supervivencia. La noche del lunes 14, los estrategas de palacio hicieron que Noboa quemara innecesariamente dos cartuchos que, bien utilizados, hubiesen enderezado las percepciones sobre cómo marcha su administración.
El primer cartucho se refiere a la oportunidad política de hacer una cadena nacional. Cuando el anuncio de que habrá un mensaje a los ecuatorianos se regó por las redes sociales, se pensaba que el asunto a tratar serían los apagones. Es decir, hablar de la molestia ciudadana, el sacrificio cotidiano y la esperanza por superar el problema desde una política seria y sostenible con sentido de futuro. Una intervención que incluso le hubiera dado sentido a su plan de reelección, pues hay cosas por hacer y se necesita estabilidad.
En su lugar, Noboa soltó una papa caliente –la presencia de cultivos ilícitos en Ecuador- que, por la incomodidad de la gente, desesperada por los cortes, no le dio importancia. Más bien sintió que el Gobierno le había tomado el pelo.
El segundo cartucho desperdiciado tiene que ver con este nuevo componente narco en la agenda contra la inseguridad. Que un Presidente de la República diga que Ecuador pasó de ser un territorio de tránsito de drogas, a uno, productor de las mismas y con dos mil hectáreas de cultivos propios, es una pésima noticia nacional que Noboa la banalizó de manera inapropiada, porque los ciudadanos hasta la ridiculizaron.
Hasta ahora no se entiende la lógica. Es posible que el Gobierno opte por lanzar cortinas de humo para desactivar la conversación negativa sobre una crisis. Por ejemplo, la condecoración a Alvarito, la tarde en que se extendieron los apagones.
Pero no por algo tan delicado como reconocer que en Ecuador ya se siembra coca, sin el contexto y la necesidad que este tema ameritaba.
En adelante, lo mínimo que se puede esperar es que este nuevo tema sea parte del análisis estructural del mismo Gobierno para dimensionar su trascendencia.
Se podría decir que, en parte, Carondelet tomó nota de las críticas recibidas por el desatino de la cadena nacional del lunes. Y este martes, por primera vez desde el 7 de septiembre, día del primer apagón nacional de cuatro horas, el Mandatario habla con enfoque, cifras y sentido de futuro en cuanto al problema eléctrico.
Lo hizo en Imbabura, en la entrega oficial de las licencias ambientales para proyectos de energía alternativa por casi 400 MW, que fueron impulsados desde la administración de Guillermo Lasso, aspecto que Noboa no lo mencionó.
En todo caso, se saluda esta intervención porque luego de tanto tropiezo, habló de electricidad, de las potencialidades del país, del acierto de tener a Inés Manzano como su ministra. Es decir, se puso al frente, al menos, para dar noticias positivas. Sin embargo, también es bueno hablar de lo importante.