¿Henry Kronfle hizo lo correcto?

02 oct 2024 , 20:23
Carlos Rojas

Esta pregunta flotará en el ambiente por un buen tiempo. Hasta febrero de 2025, cuando se realicen las elecciones generales. O hasta mayo, cuando asuman los próximos asambleístas y haya que evaluar al actual período que Henry Kronfle deja atrás, en su afán de ser candidato presidencial.

Serán los ciudadanos y la opinión pública los que traigan esta pregunta a colación de manera recurrente. Detrás de la renuncia del este alto dirigente socialcristiano, el país puede avivar la pugna política en tiempos que pintan difíciles y donde Kronfle, a simple vista, tiene mucho que perder. Aquí las razones

1.- Henry Kronfle deja la Presidencia de la Asamblea sin cumplir siquiera los 11 meses de gestión. Este dato es curioso porque precisamente, en mayo de 2021, el destino de Guillermo Lasso estuvo marcado cuando rompió su alianza con el PSC que buscaba poner a Kronfle a dirigir el Parlamento por dos años consecutivos. En ese momento, Lasso justificó su ruptura, alegando que él no podía ser parte de un pacto entre ese partido y el correísmo en la búsqueda de impunidad.

Paradójicamente, la renuncia de Kronfle permite que la Revolución Ciudadana asuma la conducción legislativa por los próximos ocho meses.

2.- Aún es prematuro saber cómo se proyecta la gestión de Viviana Veloz al frente de la Asamblea. Un escenario puede ser que ella apunte al debilitamiento político del Gobierno, en un momento clave para Daniel Noboa, como la campaña electoral. No es descabellado pensar que la Asamblea hará todo lo posible para fortalecer la imagen de Luisa González. Si bien Veloz se candidatizó a la reelección, solo necesitará una licencia de 33 días en la campaña de primera vuelta; luego de eso volverá a la Presidencia.

3.- Aunque el PSC ha hecho, desde mayo de 2021, todo lo posible para poner distancia del correísmo e insistir que no hay ningún pacto, la salida de Kronfle será interpretada por muchos como una carambola que le permite al correísmo volver a controlar la Legislatura, por primera vez desde 2018, cuando José Serrano fue destituido por la revelación de conversaciones muy graves con el entonces contralor Carlos Pólit para bajarse al fiscal Carlos Baca Mancheno. No está de más señalar que con Virgilio Saquicela al frente de la Legislatura, entre mayo de 2022 y mayo de 2023, el correísmo aceleró el fin del gobierno de Lasso con el juicio político que derivó en la muerte cruzada. Por tanto, todo lo que haga Veloz y la RC5, en bien y en mal, será endilgado a Kronfle.

4.- Es un mal negocio para el dirigente del PSC. Kronfle no figura entre los candidatos presidenciales más opcionados para estas elecciones. En buena medida, porque el caudal de votos socialcristianos se fraccionará: la gran mayoría a favor de Noboa; una buena parte se irá con Jan Topic, que ya corrió por la lista 6 en las elecciones anticipadas de hace un año, y otra con Henry Cucalón, hombre que conoce de cerca las bases de ese partido. Además, el PSC vive uno de sus momentos más complejos. El caso purga lo debilitó con el escándalo de Pablo Muentes, hombre cercano a Jaime Nebot, y procesado por corrupto, mafioso y muy peligroso. Además, está la diáspora del PSC, no solo porque Cucalón y Topic se abrieron de este partido, sino porque también lo han hecho Esteban Torres, Doménica Tabacci, Cristina Reyes, Soledad Diab y hasta figuras de menor nivel como Mayra Montaño. Para estas presidenciales, la Alcaldía de Guayaquil no será un motor clientelar, pues Aquiles Álvarez se moverá por el correísmo.

5.- ¿Qué pasaría si Kronfle tiene una derrota electoral sonora? Él no puede tener menos votación que las de Xavier Neira y Cynthia Viteri en 2002 y 2006. Es decir, el 12 y nueve por ciento, respectivamente. Si Kronfle pierde, esta contienda marcará el cierre anticipado de su carrera política, en términos electorales, pues ya no podrá ser asambleísta porque en 2021 fue reelecto. A menos que busque en 2027 la Alcaldía de Guayaquil o la Prefectura de Guayas.