Apagones: esta clase política es un chiste

17 oct 2024 , 15:12
Carlos Rojas

Son campeones para destruirse entre sí. Cortoplacistas al extremo. Viven en una puerta giratoria eterna, donde ahora están con unos para luego derribarlos sin clemencia. El clientelismo es su apostolado. Son incapaces de jugarse por un proyecto nacional y, claro, jamás han generado un solo megavatio de gobernabilidad.

Lo único que les interesa es el show, así tengan que valerse de tragedias tan grandes para los ciudadanos y el aparato productivo como la crisis energética. Ya no causan asombro ni indignación. La verdad, son un chiste. La discusión en redes sociales de estos estadistas 2.0 comenzó la mañana de este miércoles 16 de octubre. Sebastián Corral, exsecretario de la Administración, difundió la lista de proyectos de generación eléctrica que se firmaron en el gobierno de Guillermo Lasso poco antes de su fin.

Fue una manera de recordarle al presidente Daniel Noboa que el acto de entrega en Imbabura de las respectivas licencias ambientales, celebrada con bombos y platillos, es una gestión de su antecesor y que debía, por transparencia y honestidad intelectual, ser aclarado ante la ciudadanía.

De inmediato se produjo la reacción de la correísta Sofía Espín, señalando que Noboa sí es el responsable del grave problema eléctrico, porque recién entrega las licencias ambientales de los proyectos que “dejó firmado el gobierno de Guillermo Lasso”. Para Espín es motivo de “vergüenza” gastar recursos en “shows distractores para informar que recién están haciendo lo que debieron hacer en 10 meses”.

Sin embargo, no es menos vergonzoso que esta influyente voz de la Revolución Ciudadana se indigne por la falta de gestión de Noboa, cuando días atrás, la maldita hemeroteca, hizo público un tuit del expresidente Rafael Correa cuestionando el proyecto de energía solar que Lasso quiso montar en El Aromo. Allí, no solo que el exmandatario, prófugo en Bélgica, dijo que el gobierno de Lasso estaba “repleto de corrupción y con la peor evaluación de la historia”, sino que advirtió que cuando recuperen el poder “todo esto será revocado”.

Eran los días en que Luisa González apuntalaba la tesis de Correa, señalando que no era necesario tener proyectos fotovoltaicos y menos en El Aromo, donde el país de la década ganada desperdició más de mil millones de dólares en aplanar un terreno que luego sirvió de pista de aeronaves clandestinas.

Esa verdad incómoda se disimula hoy con videos bien producidos donde la candidata correísta camina cerca de paneles solares para vender la idea de futuro.

Pese a tanta mezquindad y oportunismo, el expresidente Lasso y varios de sus colaboradores replicaron el mensaje de Sofía Espín, mientras Sebastián Corral alimentaba un extenso hilo en X, para señalar todo lo que hizo ese gobierno, al que para colmo de males le estalló la actual crisis energética y decenas de expertos le culpan de haber descuidado la infraestructura eléctrica.

La gran lección que deja este sainete es que el país, para mal o para bien, tiene que aprender a cumplir ciclos y respetar los períodos institucionales.

Porque de lo contrario, las culpas, omisiones e irresponsabilidades se diluyen en un mar de dirigentes nacionales que hace poco más de un año celebraban haberse tumbado un gobierno, sin importar que, detrás de su felonía, se amasaban crisis tan graves y económicamente demoledoras como la eléctrica. Todos juegan a ser salvadores y nadie hace una sola autocrítica. Es que en verdad son un chiste.