Relajo en el Capwell: algún día les iba a salir caro
Bengalas, juegos pirotécnicos, humo emanando de extintores, eso que algunos hinchas creen que es parte del 'folklore' del fútbol y se resisten a dejar de lado cuando van a un estadio, son erramientas que pueden terminar siendo mortales, como ya pasó en nuestro país en un Clásico del Astillero en 2007.
Desde entonces, más allá del llamado a la reflexión y multas irrisorias, no hubo un reglamento que endureciera las multas como hasta ahora, aprobado por todos los clubes en el Congreso de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) de este 2024.
Es con base en ese reglamento que el Comité de Disciplina de la Liga Pro sancionó a Emelec con varias multas que suman USD 82 200 por los diferentes desmanes registrados en el estadio George Capwell el pasado domingo durante el Clásico del Astillero ante Barcelona, que terminó igualado 1-1.
Emelec (entiéndase su dirigencia) anuncia que apelará tal sanción con argumentos poco convincentes, con una postura que en lugar de hallar a los responsables del perjuicio que le causan, más parece benevolente, complaciente y hasta cómplice de los revoltosos.
José Pileggi, presidente de Emelec, ¿cómo puede permitir que en el comunicado del club se señale a "personas infiltradas" cuando los que asisten al Capwell son hinchas de Emelec, que tiene uno de los mejores sistemas de ingresos a un estadio para identificar a los que acuden a cada partido?
¿Cómo puede mezclar peras con manzanas cuando el comunicado dice que apelarán porque "se omitieron anomalías que no tuvieron sanción arbitral alguna"? ¿Qué tiene que ver las decisiones de los árbitros, inherente a los jugadores, con los desmanes en las gradas?
El equipo eléctrico deberá pagar más de USD 82 000 debido al mal comportamiento de sus hinchas, no porque el árbitro no sacó una tarjeta, decidió mal un penal, o cualquier otra cosa por la que quiera protestar, con todo su derecho, pero hágalo en el ámbito que corresponde.
En el acta de sanciones se detallan multas por encender juegos pirotécnicos, detonar petardos, invasión de campo, encender extintores con humo, agresiones entre aficionados de Emelec durante y después del partido, encender bengalas y lanzamiento de objetos.
¿Usted no sabe, señor Pileggi, que los hinchas de Emelec se vienen peleando entre ellos desde hace algunos años y escogen las gradas del Capwell y sus alrededores para librar sus batallas? ¿Qué dice ante eso su comunicado? Nada.
El próximo partido que Emelec juegue de local no se verán estas escenas, no porque la dirigencia haya protestado contra quienes debían hacerlo, sus malos hinchas, sino porque se le impuso también la sanción de jugar sin público ¿pero luego de eso, qué pasará?
Entre los rubros más altos, Emelec deberá pagar USD 33 000 por el encendido de bengalas, otros USD 20 000 por las peleas de los hinchas, UDS 10 000 más por enceder juegos pirotécnicos otros y otros UDS 9 000 por los extintores que arrojaron tinta azul.
¿Seguirá mirando para otro lado la dirigencia? Algún día les iba a salir caro.