Factores que explican el fiasco de Boca en la Libertadores
El martes en La Bombonera se consumó uno de los fracasos más grandes en la historia reciente de Boca Juniors. La eliminación ante Alianza Lima en la segunda ronda de la Copa Libertadores 2025 dejó al xeneize fuera de la fase de grupos de la competición continental, un golpe devastador para el equipo dirigido por Fernando Gago y una crisis que ha desatado la furia de los hinchas.
El contexto no podía ser más humillante. Boca había caído 1-0 en la ida en Lima y, pese a remontar en los 90 minutos con un 2-1, volvió a fallar en la instancia de los penales, cayendo 5-4.
Como si la eliminación no fuera suficiente, el último penal errado por Alan Velasco, un fichaje de casi 10 millones de dólares, encendió aún más las críticas. Una inversión millonaria que, hasta ahora, no ha dado frutos.
UN EQUIPO SIN ALMA Y UN DT SIN RESPUESTAS
Fernando Gago asumió el desafío de liderar a Boca con la promesa de construir un equipo protagonista, pero en cuatro meses no lo ha logrado.
Con Gago como DT, Boca es un equipo sin identidad, sin una idea de juego clara y con una alarmante fragilidad en momentos decisivos.
La imagen del DT mirando al suelo mientras se ejecutaban los penales es el fiel reflejo de su incapacidad para transmitir confianza.
Más allá de las excusas sobre las lesiones y el mal estado físico de algunos jugadores (como el caso de Cavani, que sufrió problemas en la espalda), la realidad es que Boca nunca mostró ser un equipo sólido.
Las fallas defensivas, la ineficacia en el ataque y la falta de carácter en instancias determinantes han marcado esta etapa. Lo de Cavani, fallando un gol increíble en el minuto 90+8, es solo la punta del iceberg de un problema mucho mayor.
EL HINCHA, HARTO DE PROMESAS VACÍAS
El estallido de los hinchas no tardó en llegar. En La Bombonera, la bronca se hizo sentir con los cánticos de “que se vayan todos”, reflejando el hartazgo de una hinchada acostumbrada a competir por todo y que ahora ve a su equipo caer sin siquiera entrar a la fase de grupos de la Libertadores.
La presión popular apunta a Gago, pero también a los jugadores y, por primera vez con fuerza, a Juan Román Riquelme.
RIQUELME, EN EL OJO DE LA TORMENTA
Hasta ahora, el presidente de Boca había sido casi intocable para los hinchas, gracias a su innegable legado como jugador. Sin embargo, la paciencia se agotó.
Desde su llegada como dirigente, Boca ha gastado más de 70 millones de dólares en refuerzos y ha tenido varios entrenadores sin lograr consolidar un equipo competitivo a nivel internacional.
Esta eliminación expone los errores de planificación y las decisiones erráticas que han dejado al club sin rumbo.
Las críticas al oficialismo también vienen desde la oposición. Andrés Ibarra, excandidato a presidente, disparó en redes sociales contra la gestión de Riquelme, calificando la eliminación como “una noche patética e inadmisible para lo que es la grandeza de Boca”.
Más allá de los discursos políticos, lo cierto es que Boca está pagando los errores de una dirigencia que no ha sabido construir un proyecto deportivo sólido.
¿Y AHORA QUÉ?
El panorama es desolador. Boca solo tiene el Torneo Apertura como objetivo hasta junio, cuando disputará el Mundial de Clubes en Estados Unidos. Sin embargo, el equipo llegará a ese torneo internacional con más dudas que certezas y con una crisis interna que podría agravarse si los malos resultados continúan en el campeonato local.
El próximo partido ante Rosario Central en La Bombonera será una prueba de fuego. Los hinchas estarán atentos y no perdonarán otra actuación mediocre.
Boca está en un punto de quiebre, y si la dirigencia no toma decisiones urgentes, este fracaso podría ser solo el inicio de una crisis aún mayor.