La historia del policía héroe que murió en la balacera en Quito

La Policía Nacional reconoció hoy al fallecido sargento Rodrigo Alquinga, por su destacada labor después de 20 de carrera dentro de esa institución.

Alquinga fue quien el pasado miércoles frustró un asalto a un empleado de un restaurante, en el norte de Quito. Su acción le costó la vida y también lo convirtió en un ejemplo para sus compañeros.

Rodrigo Amable Alquinga Concha ascendió a sargento primero de policía en enero de este año. El próximo viernes en una ceremonia castrense iba a recibir sus nuevas insignias, pero será el gran ausente pues perdió la vida el pasado miércoles al frustrar un asalto.

Alquinga destacaba por su valentía, lo que le dio el apodo de "La Máquina", especialmente después de su participación en la captura de una banda de delincuentes, que en 2004 asaltó una gasolinera al norte de Quito. 

El uniformado tenía 43 años y 20 de ellos en la policía, estaba casado y tenía cuatro hijos. 

Una de sus primeras tareas en el GIR fue formar el centro canino. No recibió capacitación para esto, sin embargo, leyendo aprendió a adiestrar perros y luego fue reconocido como guía de canes policiales.

Fue instructor de tiro y se especializó en protección de dignatarios, lo que le llevó a prestar servicios en Petroecuador desde el año pasado.

Para sus compañeros fue un héroe y por eso fue despedido este viernes con los más altos honores. La policía lo reconoció con un ascenso post mortem y la roja, aquella condecoración al valor que no pudo recibir en vida.

El policía Rodrigo Alquinga es uno de los 300 uniformados que han perdido la vida cumpliendo sus funciones policiales.