28 feb 2013 , 04:27

Manning confiesa que buscó exponer papel de EE.UU. en el mundo

 

 

El soldado Bradley Manning se declaró hoy culpable de filtrar documentos clasificados, aunque evitó inculparse de los cargos más graves, y reconoció que pasó información a WikiLeaks para "abrir un debate público" sobre el papel de Estados Unidos en el mundo.

 

Por primera vez desde que comenzaron las audiencias preparatorias del proceso que se seguirá contra él, Manning explicó en una intervención de más de una hora cómo en 2010 filtró informes de las guerras de Irak y Afganistán, cables diplomáticos del Departamento del Estado y videos secretos de ataques aéreos en el teatro de guerra.

 

"Quería abrir un debate público sobre el papel de las Fuerzas Armadas y la política exterior de Estados Unidos", indicó Manning en su intervención, poco después de que su abogado civil, David Coombs, dijo que el soldado de 25 años se declaraba culpable de 10 de los 22 cargos de que le acusa el Gobierno estadounidense.

 

Estos cargos conllevarían 20 años de prisión en el juicio que se espera que comience en junio, una pena menor comparada con la cadena perpetua que le acarrearía el cargo de "ayuda al enemigo", del que Manning se declaró "no culpable".

 

Manning, a quien la jueza Denise Lind preguntó si entendía las implicaciones de declararse culpable, entre ellas una condena cierta, reconoció haber obtenido información clasificada y habérsela facilitado a WikiLeaks.

 

El soldado dijo que con sus filtraciones de información, las mayores de la historia estadounidense y que primero quiso transmitir a los diarios The Washington Post y The New York Times, quería poner de relieve "el desprecio de la vida humana" que mostraban algunos militares al aplicar las normas de ataque en los conflictos de Irak y Afganistán.

 

"Pensaba y todavía pienso que estos son algunos de los más importantes documentos de nuestra era", indicó Manning, quien consideró que es necesario que el público conozca cómo operan las Fuerzas Armadas estadounidenses en el exterior.

 

Especialmente le impactó el video conocido como "Collateral Damage", que muestra el ataque aéreo contra un convoy en Irak en el que fallecieron dos reporteros de la agencia Reuters, y que filtró a la web WikiLeaks, la cual lo publicó en abril de 2010 y disparó la popularidad de este sitio de filtraciones y puso al Pentágono en alerta.

 

"Eran como niños torturando a hormigas con una lupa", recordó Manning, quien quedó impactado por "el desprecio a la vida" y "el aparente placer por la sangría" de los militares implicados en ese ataque, donde se disparó también a las personas que acudieron en ayuda.

 

Manning dijo que su deseo era que el mundo conociera que EE.UU. "se había obsesionado con matar gente" en sus operaciones antiterroristas en Irak y Afganistán y eso le desmoralizó.

 

También opinó que mucha de la información que manejaba y filtró no era especialmente "sensible" para la seguridad nacional estadounidense y que pese a que tenía el sello de clasificada "podía dejarse sobre la mesa".

 

Manning, que desde su detención en mayo de 2010 lleva más de mil días recluido a la espera de que comience el juicio, dijo que su "curiosidad, interés por la tecnología y por la geopolítica" le llevaron a unirse a las Fuerzas Armadas y optar por convertirse en analista de inteligencia.

 

No obstante, desde su período de entrenamiento Manning dijo sentir "dificultades físicas y psicológicas" para adaptarse a la disciplina castrense y que esas complicaciones se mantuvieron durante su despliegue en Irak desde octubre de 2009 por problemas personales vinculados a su homosexualidad.

 

En su intervención, Manning aseguró que contactó con una persona por internet que considera que era el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, y que pese a que su relación con él se deterioró al cabo de un tiempo siempre le facilitó información por voluntad propia.

 

"La decisión (de enviar los documentos a WikiLeaks) fue mía y acepto la total responsabilidad", dijo Manning, quien dijo que no experimentó presiones de ningún tipo por parte del grupo de revelación de secretos.

 

Manning también reconoció ser el autor de la filtración de cientos de miles de cables diplomáticos estadounidenses procedentes de las embajadas de todo el mundo y consideró que su publicación "era un ejemplo necesario hacia una diplomacia abierta".

 

Asimismo, consideró que esa información no iba a dañar a Estados Unidos, aunque "sí (podía) ser embarazosa" para el país, ya que no era más que un "catálogo de chismes".

 

"Soy la clase de persona que quiere saber la verdad, no quiero rascar la superficie, quiero saber por qué las cosas son como son y buscar una solución", indicó Manning. 

 

Fuente: EFE.

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