El gobierno de Daniel Noboa acumula al menos cinco desaciertos en materia diplomática

En el ámbito diplomático, el presidente Daniel Noboa ha tenido al menos cinco desaciertos, que se desprenden de sus declaraciones, decisiones o acciones.

En solo cinco meses, ha tensado sus relaciones con Rusia, Colombia y México; mientras, designa a funcionarios diplomáticos que no son de carrera. Aquí el recuento de los errores en las relaciones internacionales:

Sin duda, el impasse con México es la crisis más grave que ha desencadenado el gobierno de Daniel Noboa, en materia diplomática.

Este 1 de abril de 2024, los representantes ecuatorianos intervendrán ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en La Haya, Países Bajos, para defenderse, en el marco de la audiencia de las medidas cautelares solicitadas por México, por la irrupción de Ecuador en su Embajada.

En esta primera etapa del juicio, la CIJ decidirá si otorga las medidas provisionales que plantea México. Sin embargo, una sentencia se obtendrá luego de un largo camino. La abogada internacionalista, Ivonne Téllez, calcula que podría tomar entre dos a tres años.

Por su parte, el experto internacionalista, Esteban Santos, explica que lo más probable es que la CIJ tome una postura contra Ecuador porque considerará necesario dejar un precedente para que no vuelva a ocurrir algo similar.

El resquebrajamiento de las relaciones entre ambos países inició el 17 de diciembre de 2023, cuando el exvicepresidente Jorge Glas ingresó a la Embajada de México en Quito para refugiarse. Luego, el 22 de diciembre, pidió oficialmente el asilo diplomático.

Sin embargo, la crisis se desató el 3 de abril de 2024, cuando el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, se refirió al magnicidio de Fernando Villavicencio, e insinuó que ocurrió con el fin de perjudicar a la excandidata presidencial del correísmo, Luisa González. Noboa respondió rechazando la intromisión en asuntos de política interna y declaró persona non grata a la embajadora Raquel Serur.

López Obrador otorgó el asilo a Glas y, a las pocas horas, Noboa ordenó el ingreso de los policías al local diplomático, para tomar preso al exvicepresidente.

El asalto a la Embajada de México puede traer consecuencias económicas para Ecuador, por las sanciones, la relación comercial e incluso por los créditos otorgados por multilaterales, por ejemplo, en el directorio del Fondo Monetario Internacional, donde Ecuador está a punto de obtener un préstamo, hay representantes mexicanos.

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Por lo menos unos 20 días y varios millones de dólares tomó la tensión diplomática entre Ecuador y Rusia.

Todo comenzó cuando el presidente Daniel Noboa dijo que entregará a Estados Unidos chatarra militar rusa, haciendo referencia a seis helicópteros, y sistemas de lanzamiento y de defensa aérea, entregados en 1994, valorados en USD 200 millones.

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Luego, Estados Unidos confirmó que entregará esos objetos a Ucrania, en medio del conflicto bélico con Rusia.

En un inicio, el presidente Noboa se ratificó en su decisión y dijo que al país le conviene entregar esa chatarra a cambio de equipos modernos.

Sin embargo, a inicios de febrero de este año, Rusia castigó a productos ecuatorianos, indicando la suspensión de exportaciones por, supuestamente, encontrar un insecto en el banano de Ecuador. Las sanciones también afectaron a las florícolas.

Para el 22 de febrero de 2024, Noboa no tuvo otra alternativa que recular en su planteamiento inicial y decidió suspender el envío. Argumentó que no sabía que el equipo bélico se triangularía a Ucrania.

Para Ivonne Téllez, estos errores responden a la falta de asesoramiento técnico y diplomático al Presidente de Ecuador, quien debería tener cuidado al emitir declaraciones que pongan en tensión sus relaciones.

A principio de enero, tras declarar conflicto armado interno, Ecuador recibió muestras de solidaridad a escala mundial. El país vecino, Colombia, no fue la excepción. Sin embargo, la respuesta del presidente ecuatoriano sorprendió.

Dijo que si quieren ayudar, que se lleven a sus presos. Especificó que serían unas 1 500 personas que serían puestas en la frontera norte, sin importar si Colombia los recibiría.

Las autoridades de ese país respondieron explicando que para la repatriación se necesita un trámite específico por cada caso, para lo cual se necesita la voluntad de la persona privada de la libertad, pero que si Ecuador presenta las solicitudes, se comprometían en tramitarlas a la brevedad.

Noboa insistió en que los soltará en la frontera, con impedimento de volver a Ecuador.

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Sin embargo, también en ese aspecto no ha podido concretarse su planteamiento. Lo único que se logró fue la repatriación de 13 personas.

Con Colombia también se tensaron las relaciones tras la intrusión en la Embajada de México en Quito. Los vecinos tomaron una postura de apoyo absoluto al país azteca, incluso suspendieron un encuentro binacional que estaba previsto para abril.

La separación entre Noboa y la vicepresidenta Verónica Abad fue visible desde la campaña, pero fue cuando el Mandatario le delegó como embajadora de la paz en Israel, que se confirmó la enemistad.

En materia diplomática, según Téllez, es cuestionable que se otorgue ese cargo, cuando no existe tal estatuto en las relaciones internacionales.

También se criticó que se utilice una sede diplomática como espacio de disputa de la política interna.

Además, en el ataque de Irán a Israel, varias voces pedían que la Vicepresidenta no permanezca en ese país.

En el informe para segundo debate de la Le Orgánica de Movilidad Humana se cambió la edad requerida para ser embajador. Estaba fijado en 35 y con la reforma se plantea que quede en 30.

Esa modificación se incluyó con el respaldo de los asambleístas del oficialismo.

La Fundación Ciudadanía y Desarrollo alertó sobre esta reforma, señalando que el cambio coincide con la intención del Gobierno de designar a personas que no cumplen con los requisitos. El caso al que hace referencia es de la abogada Soledad Peña, quien pretendía ser Embajadora de Ecuador en Estados Unidos.

Los académicos y diplomáticos no han tardado en pronunciarse, rechazando la reforma y reprochando que se establezca la política pública, con base en los parámetros que convengan a personas del círculo cercano al Presidente.