26 may 2014 , 11:28

El camaleónico Tony Ramos

Nacido en Arapongas, es uno de los más importantes actores que tiene la televisión Brasileña.

Dicen que un buen actor puede pasar toda su vida actuando sin darse cuenta, y este debe ser el caso de Antônio de Carvalho Barbosa, mejor conocido como Tony Ramos.  

Nacido en Arapongas de Paraná, es uno de los más importantes actores que tiene la televisión brasileña. Con apenas 14 años inició su carrera en el mundo de la actuación, el programa “Novos em foco” fue el primer peldaño en su carrera artística.    

En 1977, después de actuar en varias novelas en TV Tupi, se pasó a Rede Globo, y ahí consolidó una carrera de éxitos, empezando por el “Espejo Mágico”. Pasó, entonces, a vivir a Río de Janeiro. Entre sus memorables personajes está el recordado hijo de Doña Santaem, en `Nino, el Italianinho´ (1969); André Cajarana, que luchaba para probar la inocencia de su padre; Clementino, uno de los pocos personajes que huyen de la línea de buen chico en la carrera de Tony, en “Torre de Babel” (1998); Miguel, el librero romántico, de “Lazos de Familia” (2000).

En 1998, la televisión APCA lo premia por su gran actuación en “Torre de Babel”, un personaje polémico y muy influyente en su vida. El mismo año, la Rede Globo lo premia como mejor actor por el mismo papel.            

Ramos ha sido un italiano, un griego, un soñador y hasta un estafador, es por eso que se dice que en la actuación es todo un camaleón, capaz de engordar o enflaquecer, jugar con sus acentos y dialectos según lo requiera el personaje.        

 

 

 

                           

Tony es considerado por muchos de sus compañeros, como carismático y con un gran sentido del humor, además posee uno de los matrimonios más sólidos del espectáculo. Está casado con quien fue su novia de la adolescencia y con quien tiene dos hijos.

Él considera que la actuación no es solo para entretener a las personas, sino más bien para cultivar el raciocinio y liberar tensiones.

Además de tener varias destrezas, una de ellas es su amor por la literatura y el arte culinario. Ama cocinar y estar en familia. Dice no tener manías, ni hobbies, no colecciona nada, se considera un hombre muy simple y feliz.     

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