Así lo demuestra el crecimiento del número de transplantes que se realizan en el país.
Dos sobrevivientes y receptores de transplantes de órganos nos cuentan su historia y comparten su experiencia.
Ginger toma su biblia un poco temblorosa. Para esta mujer de 28 años este es el primer día de su nueva vida, luego de someterse a una delicada intervención de trasplante de hígado.
Tanto que en el hospital Luis Vernaza de Guayaquil solo cuatro pacientes han sido sometidos a ella, entre ellas Ginger que sufría cirrosis.
Como ella muchos pacientes se sienten agradecidos por dejar la lista de espera. El trasplante significa para ellos una segunda oportunidad.
Y aunque en Guayaquil el número de donadores aumenta, según cifras del hospital Luis Vernaza, de 20 trasplantes de órganos realizados en el 2010, el número actualmente supera los 100.
Pero cada vez más se necesitan más donantes y ese no es el único problema, pues ser donante no es tan sencillo. En Ecuador, la condición de hígado graso, en la mayoría de los que se obtienen, impide salvar la vida de los enfermos.
En el hospital Luis Vernaza se practican también trasplantes hepáticos, renales y también de córneas. Además cuentan con un banco de tejidos.
Es importante saber que si una persona dona sus órganos puede salvar o mejorar la calidad de vida de hasta 50 pacientes.
En el Ecuador, por ley todos somos donantes de órganos y tejidos, a menos que expresemos lo contrario. Una decisión que permite a muchos volver a comenzar.
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