Nathaly Quiñónez es la modelo afroecuatoriana que conquista el mundo de la moda

Nathaly Quiñónez Ortiz, una modelo internacional de 29 años que deja su huella en las pasarelas y campañas de las marcas más reconocidas del mundo. Su trayectoria incluye ser imagen de marcas reconocidas, además de haber brillado en las páginas de revistas icónicas como Vogue, Lucy y Vigour.

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Nathaly cuenta que su pasión por la moda comenzó a una edad temprana. Aunque practicaba baloncesto y participaba en concursos de belleza, fue el mundo del modelaje el que logró cautivarla por completo, "siempre sentí una conexión con el arte, con la creatividad de la moda, y a medida que crecí, me di cuenta de que quería explorar este campo y ver hasta dónde podía llegar", explica.

La modelo afroecuatoriana cree firmemente que la moda sigue evolucionando. Hoy en día, ser una modelo no solo implica cumplir con ciertos estándares estéticos, sino también tener algo que ofrecer más allá de la apariencia, "soy una mujer que valora mucho la autenticidad, la inteligencia y el propósito. El modelaje me ha permitido ser una voz para las mujeres que, como yo, quieren ser más que una imagen".

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Su visión del mundo de la moda está centrada en la importancia de la autoaceptación y la capacidad de influir positivamente. "Nadie escapa a las presiones de la imagen, especialmente en una industria tan visual como la moda", afirma Nathaly.

Sin embargo, ella aprendió a gestionar esta situación con mucha disciplina y salud mental, "es un proceso de constante autoaceptación. Sé que mi cuerpo es parte de mi trabajo, pero lo que me importa más es mi bienestar físico y emocional".

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"Lo más complejo es, sin duda, la constante competencia. Es una industria que puede llegar a ser muy cruel, donde la única constante es el cambio. Además, estar lejos de tu familia y amigos durante largos períodos de tiempo también tiene su peso", confiesa Nathaly. A pesar de los desafíos, ella aprendió a mantener la calma y a encontrar su centro en medio de la vorágine.

Para Nathaly, uno de los mayores retos es mantenerse fiel a sí misma en un entorno donde el éxito depende tanto de la imagen, "las comparaciones son inevitables, pero he aprendido que lo más importante es centrarme en mis propios logros y no en lo que otros piensan o hacen".

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A pesar de que disfruta del modelaje, Nathaly no lo ve como su único destino. Tiene planes a futuro que incluyen seguir desarrollándose en el campo de la psicología, carrera que estudia de manera paralela. "Quiero usar mi experiencia para inspirar a otros, y quizás en el futuro, involucrarme en proyectos de bienestar emocional y apoyo a las nuevas generaciones de modelos", comparte.

"El modelaje es una disciplina artística y, como cualquier otra, tiene sus retos. Mucha gente lo ve como superficial, pero hay mucho más detrás de cada sesión de fotos o pasarela. Para mí, es una manera de expresarme, de contar historias", menciona Nathaly. Ella está convencida de que los prejuicios hacia el mundo de la moda provienen de la falta de entendimiento sobre el trabajo real que conlleva.

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